La contundente respuesta del Estado de Israel a la atroz masacre de niños drusos en los Altos del Golan, perpetrada por integrantes de Hizbola, se materializó en el certero bombardeo aéreo contra un edificio ubicado en los suburbios de Beirut, en el que murió Fuad Sukr, uno de los cabecillas intermedios de Hizbola, quien era señalado por la inteligencia militar israelí, de ser el autor intelectual del asesinato masivo de menores de edad de la etnia drusa, mientras jugaban fútbol.
En el orden geopolítico, la muerte de Fuad Sukr, implica un revés para Hizbola y un desafío directo a Irán. Por razones obvias, el tome y dame de tensiones bélicas, ya caldeado en el ambiente político del Medio Oriente, traerá nuevas agresiones mutuas. Y la violencia se eternIzara en la convulsa región.
Para Netanyahu, este golpe contra sus archienemigos de Hizbola, constituye un éxito, complementario a su intencionalidad política de atornillarse en el poder y por extensión, el hecho le da argumentos para justificar la continuidad de las operaciones militares en Gaza, con el propósito de erradicar según sus deseos, definitivamente a los enemigos de Israel.
En el orden operativo-táctico, una vez más quedó demostrada la asombrosa capacidad de los servicios de inteligencia israelíes para localizar y establecer las actividades concretas de los grupos terroristas que agreden su seguridad nacional.
Se resalta igualmente, la precisión del ataque aéreo, sorpresivo y contundente, sobre un objetivo de retaliacion, previamente determinado, lo cual infiere similares riesgos para los demás cabecillas en operaciones similares venideras.
Para la población civil del Líbano, sigue latente el doloroso recuerdo de guerras anteriores, derivadas de las guerras islamistas contra Israel desde territorio libanés
Además de los costos para reconstruir las zonas afectadas, y las irreparables perdidas humanas de lado y lado, la actividad bélica en si es de alto esfuerzo financiero, para Israel y Estados Unidos
Síntesis: La respuesta israelí a la sangrienta arremetida de Hizbola en los Altos del Golan contra los drusos, no conmina a Hizbola ni a Irán a hacer paces con Israel. Por el contrario, es un paso más hacia la generalización de la guerra actual en la volátil región, en un ambiente operacional en el que se agotan las opciones diferentes a ataques y contraataques mutuos y sucesivos.
Reconocimientos simultáneos de poder de fuego, que puede terminar en una tragedia mayor.
Cordialmente,
Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional.
www.luisvillamarin.com
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Como dijo un alto funcionario del ministerio de Defensa israelí: “A Israel no le quedaba otra opción que responder” al sorpresivo e inusitado ataque con drones yemení del viernes 18 de julio, cuando de manera inexplicable se vulneró la poderosa cúpula de hierro antiaérea y el artefacto no tripulado, enviado por miembros de la milicia huthí de Yemen financiada por Irán, explotó en una zona residencial de Tel Aviv, causando daños letales a varios civiles.
24 horas después de la audaz incursión táctica con drones yemeníes, las Fuerzas de Defensa Israelíes atacaron con precisión, contundencia y precisión, el puerto marítimo más estratégico del occidente de Yemen, destruyendo parte de la infraestructura portuaria, petrolera y energética, aumentando la crisis económica en que ha estado el país, sumido en guerra civil auspiciada por chiitas proiraníes y sunitas pro sauditas.
De inmediato la dirigencia huthí impulsada por Irán, aseguró que continuarán los ataques terroristas contra embarcaciones comerciales occidentales, que transiten por el Mar Rojo hacia Israel. Entretanto, la teocracia iraní guardó silencio, pues sin lugar a dudas fue un inesperado golpe retaliatorio israelí contra el más importante puerto marítimo, de altísimo valor estratégico para los planes geopolíticos expansivos de Teherán, que por extensión se integran a los intereses geopolíticos de China y Rusia.
Aunque para Israel ya estaba abierto, el frente externo de guerra contra las milicias proiraníes huthís, al sur de su territorio en el Mar Rojo, la primera incursión aerotáctica israelí a mas de 2000 kilómetros de distancia, representa otra clara respuesta a Irán, y por desgracia aumenta la temperatura al ya caldeado ambiente político y de seguridad.
Complica más el asunto, que el ataque israelí contra los chiitas yemeníes ocurre en medio de la complejidad geopolítica, humanitaria y de seguridad en la Franja de Gaza, el aumento desmesurado de las agresiones mutuas palestino-israelíes en Cisjordania, la creciente agresión de Hizbolá desde el vecindario al norte de Israel, las exitosas y quirúrgicas operaciones aerotácticas israelíes contra cabecillas de milicias proiraníes en Siria y Líbano, las informaciones sin confirmar de víctimas, las tensiones con Egipto por los túneles que opera Hamas en Rafah, la debilidad de Biden frente a Trump en campaña electoral, etc.
Panorama de incertidumbre, reto para la diplomacia, consolidación geopolítica de problemas preexistentes sin resolver, y avisos claros de que la guerra en Gaza no terminará con acuerdos firmados de buenas a primeras como pretenden Biden y sus socios, ni destruyendo a todo Gaza como intenta Netanyahu, ni ponisindo a China y Rusia al timón de la geopolítica del Medio Oriente como pretenden Xi Jingpin y Putin.
Quizás la solución sea la ya cacareada de larga data, de dos estados, cimentados en el respeto mutuo, la garantía de seguridad recíproca y el desarme ideológico-religioso, que promueve la destrucción total del adversario, pero es obvio que del dicho al hecho hay mucho trecho.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista y autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional
www.luisvillamarin.com
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