Por Luis Alberto Villamarin Pulido
Es hora de que asesores y congresistas republicanos se sinceren y atemperen al presidente Trump.
Aunque no se puede desconocer la fortaleza economica, militar y tecnológica de la gran potencia norteamericana, tampoco se puede ocultar, que ni Trump es omnisciente, ni Estados Unidos tiene la capacidad de enfrentar exitosamente, al mismo tiempo, tantos conflictos bélicos, geopoliticos, y políticos internos.
Menos, tergiversando la verdad acerca de quién originó la guerra en Ucrania, falseando cifras de los apoyos de la Casa Blanca al gobierno de Zelensky, o calumniando el liderazgo del carismático mandatario ucraniano, y por extensión, legitimando con cinismo y afirmaciones carentes de sustento, la turbia y subrepticia intención expansionista de Putin, con quién se estaría negociando en la sombra una inescrupulosa repartija de conquistas geopoliticas en diversos lugares del orbe.
Obviamente, era un insensatez y un despropósito, pretender que Zelensky firmaría un documento lleno de imposiciones unilaterales de Trump, o que después de encabezar la heroica resistencia de su país contra la sangrienta incursión rusa, Zelensky regressria a su natal Ucrania, con el mensaje de rendicion, impuesto a la brava por energúmenos trumpistas en Washington.
Se equivocó Trump, si supuso que estaba haciendo una genial maniobra impositiva y manipuladora. Y si en medio de la obnubilada arrogancia que le caracteriza, cree que ganó este grotesco round geopolítico, se equivoca aún mas.
Tres días antes, con cultivadas argucias diplomáticas, el presidente francés Emmanuel Macron también lo había puesto en cintura en el mismo sitio. Pero, inexplicablemente, los medios de comunicación no dieron trascendencia a ese hecho
Así las cosas, Europa quedó a merced de sus propias capacidades y limitaciones.
Romper la alianza estratégica trasatlántica, Otan, como es la tendencia cada día más probable, seria un pésimo error geopolítico, estratégico, y moral, de cuyos resultados, la historia sindicara por siempre al gobierno estadounidense, pues el horizonte se opaca con la eventualidad de una guerra mundial, de la cual serían altamente responsables Trump y sus aulicos, presas de avaricias y arrogancias inconmensurables .
Tal como lo advirtió Zelensky. Nada sacia el voraz apetito expansivo de Putin, máxime si el tratado de paz que quiere imponer Trump, induce a convertir y tratar como paria al orgulloso y valiente pueblo Ucraniano, cón la circunstancia agravante, que no mantener a Rusia alejada de Europa y sin influencia geopolítica totalitaria en Ucrania, el Cáucaso, el Asia Central, Pacífico y el Artico, será el punto de despliegue para otra gran guerra.
Síntesis: O el partido republicano, pone en cintura a Trump, o el mundo marcha hacia una tragedia bélica igual o peor a las dos guerras del siglo XX, con enormes ganancias para China y mucha depredación para el llamado tercer mundo.
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver.
* El teniente coronel Luis Alberto Villamarin Puulio, es consultor de geopolítica mundial y autor de 40 libros sobre estos temas