Si es cierto que es anticorrupto, Iván Velásquez no debe ser ministro de Defensa pues ignora estos temas y no es bienvenido

Publicado: 2022-07-25   Clicks: 2335

     Iván Veñasquez es un sujeto indigno de ocupar Ministerio de Defensa y tampoco es bienvenido entre las tropas

      Tras calculadas argucias que incluyen la intencionalmente dilatada publicación del mentiroso “informe de esclarecimiento de la verdad”, elaborado bajo la coordinación del comisionado izquierdista Francisco de Roux, y, la malintencionada decisión de la JEP suspendiendo la libertad provisional al General Jesús Armando Arias Cabrales, Petro asestó una puñalada mortal a quienes serán los encargados de garantizar la transición pacífica, para que de manera inmerecida reciba la presidencia de la república, nombrando al cuestionado abogado Iván Velásquez, como nuevo ministro de Defensa.

       El jurista Iván Velásquez es un militante izquierdista cargado de complejos y odios insepultos contra las instituciones armadas. Su minúscula concepción de la misión que cumple la Fuerza Pública en Colombia, se ha evidenciado en sesgadas actuaciones suyas, en diversos escenarios y en la publicación de comentarios personales en las redes sociales.

      A lo anterior se agrega su ignorancia absoluta en temas de defensa nacional. Lo más seguro es que este personaje “especialista” en temas de anticorrupción y politiquería mediática, auto-posicionado como un “pulcro y transparente” juez, no tiene la menor idea acerca de la organización militar, los roles de cada una de las Fuerzas, estrategia, geopolítica, seguridad nacional, logística para operaciones, escalafones de carrera, etc.

       Acostumbrado a desconocer las leyes y las normas que regulan la sociedad colombiana, Gustavo Petro cuya obcecada personalidad se centra en el odio manifiesto contra la Fuerza Pública, la empresa privada y su aversión a la división de poderes, encontró en Iván Velásquez, al burócrata resentido, apto para causar el mayor daño posible a las instituciones armadas y sacar adelante sus embelecos de pasar la policía al ministerio del interior, acabar el Esmad, legitimar a los terroristas del Eln y las Farc, negociar con narcos, y aplicar la “novedosa” propuesta del cura de Roux de “un nuevo modelo de seguridad”, que en la práctica, no es otra cosa que el refrito de uno de los doce puntos de la Coordinadora Guerrillera en 1992, para pedir una nueva asamblea constituyente…

        Y eso exactamente, es lo que quiere hacer Petro para eternizarse en el poder. A costa de lo que sea.

       Pésimo anuncio para Colombia y para la integridad y dignidad de las Fuerzas Militares y de Policía. Un sujeto con profundos complejos, resentimientos y evidentes odios de clase aprendidos en la cátedra marxista que tanto daño ha hecho a diversas generaciones de colombianos, no es, no debe ser, ni merece que los soldados y policías lo acepten como su representante. Además porque es ignorante en temas de defensa nacional.

        Es más, si es cierto que Iván Velásquez es tan pulcro y anti-corrupto, como se autoelogia, debería ser el primero en renunciar a ocupar un cargo que reiteramos, no solo no merece, sino que tampoco está preparado, ni es idóneo para ejercerlo. Percibir un elevado salario por ocupar un cargo del cual se desconoce su esencia, su función y su obligación, es un evidente acto de corrupción.

       Y eso lo sabe muy bien el abogado Velásquez. Pero en este caso parece que su autoelogiada pulcritud mira para otro lado.

       Si los anteriores mandatarios se equivocaron en los nombramientos para ministros de Defensa, poniendo en esa cartera a funcionarios civiles ambiciosos de ser presidentes, que además usaron la sangre de los uniformados para darse publicidad de que supuestamente son  “estrategas de escritorio”: en este caso, siguiendo su conducta siempre cuestionada por irrespetuosa e irresponsable, Gustavo Petro asestó una puñalada trapera a las Fuerzas Armadas de Colombia y por extensión al país, pues un sujeto sin conocimientos mínimos de Defensa Nacional, ni por equivocación debe llegar a ese cargo.

        La lamentable experiencia desde Rafael Pardo Rueda en adelante así lo ha demostrado.

        Bien claro lo puntualizó el Libertador: “A personas de escasos conocimientos no se les pueden dar altas responsabilidades del Estado, por mucha que sea su buena voluntad” Y ese es el caso de Iván Velásquez: Ignorante de temas de defensa nacional, resentido y cargado de odios y desde luego mal recibido por los uniformados. Lo mas honesto, si acaso lo es, y anticorrupto como se precia, es no aceptar un cargo inmerecido y para el cual tampoco está formado.

        Por demás, aterra el silencio al respecto, por parte de los colombianos comenzando por los lenguaraces exministros de Defensa, que en cada periodo se han autopresentado como los “expertos” que acorralaron a las guerrillas, que son los que mas conocen al Eln, que moralizaron las fuerzas etc. Hoy se esconden en su real personalidad y como el avestruz meten la cabeza en la tierra, no opinan, y nada de raro sería, que muchos de ellos, sueñan con que Petro o el aparecido ministro Iván Velásquez, les de algo de mermelada. Es lo que da la tierrita.

         Síntesis: Lo más sano, lo más honesto, lo más anticorrupto, es que Iván Velásquez decline ocupar una cartera de la cual es neófito y en un medio laboral,  donde jamás será bienvenido.

        Ni más ni menos.

       Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

        Autor de 40 libros de geopolítico, estrategia y defensa nacional

        www.luisvillamarin.com

 

 

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