Nuevo rifirrafe de Petro con Iván Mordisco mediante señalamientos mutuos de incumplimientos, "deslealtades revolucionarias" y acusaciones de traiciones, demuestra:
1. Que por parejo, ambos personajes, son tal para cual, por qué tienen muchas similitudes. Ambos letales para Colombia.
2. Que la comisión de paz y los equipos negociadores no dan la talla, pues desconocen el plan estratégico de los grupos terroristas, carecen de unidad de criterios, no tienen estrategia definida y su credibilidad es tan liviana como su capacidad para superar en la mesa a los avezados terroristas.
3. Que no hay oposicion seria, ni estructurada contra el desgobierno de Petro, porque los partidos políticos carecen de programas y de solvencia moral para encarar la situación. Por ende, el congreso de la República que debe ser el escenario natural de la alta política, es una vergonzosa asociación de ineptitudes y corruptelas.
4. Que la población colombiana en general sigue ajena a su destino, erróneamente esperanzada que aparezca un mesías, salido de la descompuesta dirigencia, responsable de que Petro llegará al poder. Más de lo mismo.
5. Que la espiral de violencia, tan fatidicamente común a lo largo de nuestra accidentada historia, está haciendo carrera una vez más.
6. Que a los impreparados negociadores de paz, colmados de sapientes eruditos hasta en la vida del polvo sideral de constelaciones lejanas, ni siquiera se les ha ocurrido establecer objetivos, líneas de acción y estrategias o tácticas para contrarrestar las tácticas de los bandidos. Parece que todo es al garete y a lo "que salga". Además, que se puede inferir, que cada negociador se autoconsidera un iluminado.
7. Que la pobreza estructural de los medios de comunicación ahonda el.problema.
8. Que la academia permeada de izquierdistas, se quedó corta frente a la realidad nacional y propuestas concretas de desarrollo medibles y verificables, porque se quedaron atascados en la narrativa comunista de la justificación de la violencia por la pobreza y no en la construcción de desarrollo integral.
En síntesis, la paz total de Petro es un costoso embeleco, justificador de la tragedia descrita.
A ese ritmo, las elecciones de 2026 serán mas de.lo.mismo.
Cordialmente,
Luis Alberto Villamarin Pulido