Por Luis Alberto Villamarín Pulido*
Estrategas militares del mundo, analistas geopolíticos e historiadores militares, incluidos altos oficiales del ejército israelí están sorprendidos por la extensión, profundidad, cantidad y calidad de la red de túneles edificados y acondicionados por Hamas en Gaza con fines bélicos. Cerca de 800 kilómetros lineales de longitud de construcciones subterráneas, demandan varios años para localizarlas, desactivarlas y destruir el laberinto oculto, instalado durante 15 años por los yihadistas y sus cómplices.
Realidad táctico-operacional en el terreno
A manera de ejemplo, uno de los túneles ya destruido por Israel, facilitaba a los cabecillas principales de Hamás entrar en automóvil y desplazarse a diferentes lugares clandestinos, para coordinar acciones terroristas. Otro túnel construido debajo de un hospital, tenía una especie de ciudadela del tamaño de casi tres campos de fútbol.
Y debajo de la casa de uno de los principales jefes de Hamás, el ejército israelí encontró una escalera en forma de caracol, que conducía hasta un túnel de alta seguridad, edificado a aproximadamente siete pisos de profundidad.
Estos datos y nueva información acerca de los túneles, algunos ya publicados por las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), documentados mediante vídeos y fotografías, revolucionan las estrategias, tácticas y técnicas de guerra urbana en ambientes insurreccionales, puesto qué los túneles son considerados una gran amenaza para cualquier fuerza que pretenda neutralizar a quien los emplea como método de guerra.
Aunque soldados israelíes y estadounidenses tenían alguna experiencia en este tipo de guerra, ambos países coinciden en que la red de túneles hasta ahora descubierta en Gaza, supera cualquier conocimiento anterior al respecto. Inclusive, destacan lo novedoso de parte de la maquinaria utilizada por Hamás para construir los túneles, observada en vídeos y documentos incautados durante la cruenta ofensiva terrestre sobre Gaza, tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
Es evidente que, Hamás ha invertido muchos recursos en la adecuación táctico-estratégica de los túneles porque no tiene el equipamiento militar, ni el número de personas, ni el entrenamiento adecuado para enfrentar al ejército israelí en una guerra convencional. Por lo tanto, en los ocultos socavones, funcionan sus bases militares y arsenales, al tiempo que dependen de ellos para maniobrar sus fuerzas sin ser detectados, además de proteger a sus principales comandantes.
Por las anteriores razones, la inteligencia militar israelí concluye, que todavía hay muchos más túneles bajo el suelo de Gaza. En diciembre de 2023, el Estado Mayor israelí calculaba que los túneles sumaban 400 kilómetros de longitud. Un mes después, se estima que podrían ser 800 kilómetros o más con cerca de 5.700 entradas a estos túneles mediante pozos de acceso separados tácticamente uno de otro. Las nuevas cifras resultan extraordinarias para un territorio, que en el sector más ancho abarca máximo 40 kilómetros entre el mar y el territorio israelí
Funcionarios de inteligencia israelíes determinaron a comienzos de 2024, que existen alrededor de 150 kilómetros de túneles edificados debajo de Khan Younis, la ciudad más grande del sur de Gaza, donde las fuerzas israelíes han librado intensos y sangrientos combates. Inclusive, Yahya Sinwar, el jefe militar de Hamás en Gaza, principal responsable del ataque del 7 de octubre a Israel, tenía una vivienda en Khan Younis, la cual fue destruida por las FDI.
La conclusión técnica del ejército israelí sobre el terreno, es que existen dos tipos de túneles: unos utilizados por los jefes de Hamas, los cuales son más profundos y cómodos, recubiertos con baldosas de cerámica, lo que permite estancias más largas. Y otros, los túneles utilizados por los terroristas rasos, de uso exclusivamente táctico-militar.
Visión táctico-estratégica de cada bando
En medio del drama humanitario por los bombardeos israelíes, queda claro que durante década y media, Hamás ha desarollado inmensos esfuerzos para construir un entorno geohumano armado en Gaza; pero al mismo tiempo, saltan a la vista, fallas de inteligencia de las FDI, que subestimaron el alcance y la importancia de la red subterránea de túneles, para la supervivencia y proyección ofensiva de Hamás.
Para la muestra un botón: Documentos desclasificados demostrarían que, en una reunión de alta seguridad nacional celebrada en enero de 2023, un oficial israelí de alto rango, aseguró a la ligera, que los túneles no serían factor determinante, en ninguna guerra futura con Hamás, debido a la fuerza militar de Israel.
Hoy en plena guerra cuyo propósito es erradicar a Hamás, los túneles son una pesadilla subterránea para el ejército israelí, y al mismo tiempo, el núcleo de la capacidad de Hamás para sobrevivir y convertir la ofensiva terrestre de las IDF en un infierno. Por ende, ahora todos los objetivos estratégicos de Israel en Gaza, están vinculados a la localización y destrucción de los túneles.
En 2022 Hamás presupuestó 1 millón de dólares para las puertas de los túneles, talleres subterráneos y otros gastos defensivos en Khan Younis. Además, un informe de inteligencia israelí en 2015 indicó que Hamás había invertido más de 3 millones de dólares en construcción y mantenimiento de túneles en toda la Franja de Gaza, especialmente aquellos instalados debajo infraestructura civil y lugares sensibles verbigracia escuelas y hospitales, dijo el ejército israelí.
Inteligencia técnica versus inteligencia de combate en el terreno
No es descabellado suponer, que sin tener presencia militar activa en Gaza, las FDI podrían haber demorado un año, para localizar uno solo de los múltiples túneles hallados durante la ofensiva terrestre, pero con luces y sombras, la demoledora campaña ofensiva israelí ha proporcionado gran cantidad de información sobre la red subterránea de Hamás en la Franja, la organización in situ de la defensa activa de los terroristas, sus poder relativo de combate, su orden de batalla, sus nexos internacionales, la organización de la población civil afecta o intimidada y mucho más.
Oficiales de inteligencia del ejército israelí han examinado los computadores utilizados por los terroristas de Hamás, encargados de la construcción de la enmarañada red de túneles, e inclusive han encontrado listas de las familias que “albergaron” a los terroristas mientras construían las entradas del túnel desde sus viviendas y que desde luego hacen parte de las redes clandestinas de apoyo a los grupos yihadistas en Gaza.
En una de esas viviendas, los soldados israelíes localizaron un mapa de la red de túneles en Beit Hanoun, una ciudad ubicada al norte de Gaza: El documento resultó ser exacto. Con dicha información se localizaron y destruyeron 50 túneles. No obstante, que se tiene esta información de inteligencia, en el campo de batalla, los combates alrededor de los túneles han sido extenuantes.
Todos los túneles tienen artefactos con trampas explosivas. Encontraron bombas escondidas en las paredes y un enorme artefacto explosivo que estaba cableado para ser activado de forma remota. Si hubiera estallado, la explosión habría matado a cualquier persona que estuviera en un extenso tramo del túnel o cerca de los pozos de acceso cercanos.
Por su parte, Hamás publicó en noviembre de 2023 un vídeo, que muestra cómo los terroristas atrajeron a cinco soldados israelíes hacia la entrada de un túnel en Beit Hanoun y luego activaron una bomba que mató a varios los soldados israelíes. Allí aplicaron la táctica de los yihadistas sirios en Alepo, quienes mataron a docenas de tropas gubernamentales durante un ataque a un túnel en 2014.
Oficialmente, el ejército israelí informa que cerca de 190 soldados han muerto y 240 han resultado gravemente heridos,
desde cuando comenzó la campaña terrestre. Sin embargo, el ejército no ha revelado el número de muertos y heridos en relación con la guerra de los túneles.
El 8 de enero de 2024, soldados israelíes llevaron a periodistas a ver tres entradas de acceso a túneles en el centro de Gaza. El primero, dentro de una granja en las afueras de Bureij, el segundo dentro de una acería civil en las afueras de Maghazi y el tercero dentro de un cobertizo cerca de las acerías.
El túnel de la acería era el más profundo y sofisticado. Descendía 30 metros y estaba equipado con una especie de ascensor. Era utilizado para transportar piezas de munición moldeada en la acería. Cerca había un cubo con granadas o cabezas de cohetes. Dichos proyectiles se basaban en una plantilla de una granada de mortero 20 mm; Lote 1-2008 de color amarillo fabricado en Estados Unidos.
Los soldados no permitieron a los periodistas entrar al foso, citando el riesgo de explosiones, pero explicaron a los periodistas que Hamás llevaba las piezas de municiones al túnel, para luego transportarlas a otra parte de la red de túneles, donde serían equipadas con explosivos.
El túnel conducía a un cobertizo cercano construido con hierro corrugado. El logo de las brigadas Qassam, ala militar de Hamás, estaba grabado en una pared. Allí había 10 cohetes de tres metros de longitud y 100 kilómetros de alcance práctico, pintados de color verde oliva, almacenados en jaulas oblongas, utilizadas para transportarlos.
Los soldados también llevaron a los periodistas a ver un tercer túnel construido aproximadamente a una milla al norte de la acería, debajo de una granja en Bureij, y rodeado de tierras cultivadas. La entrada estaba escondida detrás de una puerta que permanecía cerrada con llave. El túnel estaba a cinco metros debajo de la superficie, tenía forma de arco y era lo suficientemente ancho como para que una persona transitara cómodamente.
Aunque Hamás ha optimizado su capacidad para ocultar los túneles, el ejército israelí determinó uno de los modelos operativos del grupo, al que denominaron el “triángulo”. Tras esa deducción, siempre que el ejército israelí encuentra una escuela, un hospital o una mezquita, los soldados saben que podrían localizar un sistema de túneles subterráneos debajo de esas instalaciones.
Como se infiere de la situación actual en el teatro de operaciones de Gaza, destruir los túneles no es una tarea fácil. Es necesario mapearlos, asegurarse que no tengan rehenes, y, no sólo afectar su operatividad, sino dejarlos irreparables.
Conclusiones
1. A los problemas políticos de gobernabilidad, polarización interna por intereses partidistas, y amenazas nucleares de Irán, el gobierno israelí y sus Fuerzas Militares expertos en seguridad, cometieron el inexplicable error de no determinar la capacidad de más probable adopción del adversario.
2. La falta de foco sobre la estrategia, táctica y actividades de Hamás, conocida desde 2014, cuando las IDF descubrieron un túnel construido por los terroristas con orificio de salida en territorio israelí, permitieron la ventaja estratégica a los terroristas que actuaron fundamentados en la sorpresa y la limitada capacidad de reacción inmediata de los atacados.
3. La guerra de túneles en ambientes insurreccionales es una realidad que ha adquirido preponderancia en las guerras del Medio Oriente durante las últimas dos décadas. Esto infiere que todas las fuerzas militares del mundo, están obligadas a estudiar estos aspectos en los programas de instrucción y formación militar de sus cuadros de mando.
4. Ante los cada vez más comprometedores hallazgos de la existencia de túneles con fines terroristas en lugares sensibles como escuelas, hospitales, organizaciones sociales y comunitarias, mezquitas etc., Israel no aliviará la presión militar ni se retirará rápido de Gaza, así crezca la presión internacional para que lo haga.
5. La inteligencia estratégica apoyada por sofisticados medios tecnológicos, seguirá siendo una herramienta complementaria a la inteligencia humana y la información táctica que obtienen las tropas que maniobran en el teatro de operaciones en ambientes irregulares de guerra no convencional.
*Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional