En agosto de 2021, de manera sorpresiva, las fuerzas talibán entraron sin resistencia a Kabul, para asumir el control político del gobierno en Afganistán, reviviendo las preocupaciones que ya tuvo el mundo, durante el primer periodo de gobierno de este grupo terrorista- A continuación, la breve historia de su origen, su actuación como gobernantes y por qué se temen tanto por su regreso al poder.
A finales de 1995, un periodista estadounidense destacado en el Asia Central, informó que después de años de brutal conflicto civil en Afganistán, estaba en marcha un gran cambio, debido a que una "nueva fuerza de profesos puristas islámicos y patriotas afganos denominados los Talibán que significa Estudiantes del Corán" había asumido el control militar de más del 40 por ciento del territorio afgano. Y para mayor claridad de la noticia, ellos mismos se autodenominaron los talibán.
Tras 26 años después, después de sobrevivir a la implacable guerra lanzada por una coalición militar internacional encabezada por Estados Unidos, en la que se perdieron decenas de miles de vidas, los antiguos estudiantes talibán regresaron por segunda vez al poder.
¿Cuándo surgieron los talibán?
Los talibán surgieron en 1994, como una de las consecuencias directas de la agitación geopolítica, que siguió a la humillante retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán en 1989. El grupo religioso extremista tenía raíces en las zonas rurales de la provincia de Kandahar, en el corazón del país de etnia pastún al sur del país.
Como parte de la avaricia de expansión geopolítica. la Unión Soviética invadió en 1979, con el propósito de apuntalar un títere gobierno comunista en Afganistán, pero luego de 10 años de fracasos de sucesivos fracasos militares y políticos, las tropas enviadas por el Kremlin a Afganistán encontraron el mismo destino de potencias pasadas y presentes, que han tratado de imponer su voluntad en el enigmático país centro-asiático:
Los soldados soviéticos salieron de Afganistán, derrotados y humillados por combatientes islámicos conocidos como muyahidines, que eran en ese momento, un mosaico de facciones irregulares aramadas y apoyadas por Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Arabia Saudita, cuyos gobiernos, estaban satisfechos de contar con grupos civiles de musulmanes decididos hasta el martirio, que de paso les ayudaban a librar batallas exitosas en uno de los más álgidos teatros de operaciones de la Guerra Fría.
No obstante, la alegría por aquella victoria de los aliados de Washington duró poco, ya que las diversas facciones muyahidines, se separaron y comenzaron a luchar entre sí, por asumir el control del país afgano, que a renglón seguido cayó en el caudillismo y en una sangrienta guerra civil, orquestada por los jefes regionales más conocidos como los señores de la guerra.
En ese contexto de violencia intertribal, con base en la promesa de priorizar los valores islámicos y luchar contra la corrupción que impulsó la pugna armada entre los señores de la guerra, rápidamente atrajeron los talibán sedujeron a muchos seguidores. Así, durante meses de intensos combates, se apoderaron de la mayor parte del país.
¿Cómo gobernaron a Afganistán los primeros talibán?
En 1996, los talibán declararon que Afganistán era un Emirato Islámico regido por La Sharia, impusieron una interpretación estricta del Corán, mediante brutales castigos públicos, que incluían azotes, amputaciones y ejecuciones en masa de apóstatas e infieles. De paso, restringieron el rol de las mujeres en la vida nacional, manteniéndolas fuera de las escuelas y sometidas a exclavitud medieval.
Dentro de las medidas adoptadas, dejaron en claro que no tolerarían prácticas religiosas rivales. En consecuencia, a principios de 2001, los talibán destruyeron imponentes estatuas conocidas como los Grandes Budas de Bamiyán, las cuales eran patrimonio histórico de la humanidad. Pero los talibán las consideraban como entes blasfemos y se jactaron de que dicha destrucción cultural, era un mandato sagrado para los seguidores del profeta Mahoma.
Aunque en documentos, los talibán tenían un marco institucional de gobierno moderno, el cual incluía ministerios y burocracia, en la calle y en las zonas rurales, el gobierno lo ejercían los edictos religiosos y los caprichos de los empoderados fundamentalistas. Pero, no controlaban todo el país. El norte, donde muchos de los muyahidines habían tomado posesión, era un bastión de la resistencia.
¿Qué significó el gobierno talibán para las mujeres afganas?
Los talibán se aposentaron con base en una ideología medieval, según la cual, las mujeres deberían desempeñar solo los roles más circunscritos en la sociedad. Prohibieron a las mujeres y niñas aceptar la mayoría de los trabajos o inclusive ir a la escuela. De remate, aquellas mujeres halladas fuera de casa con la cara descubierta sufrían severos castigos. Igual suerte corrían mujeres y hombres solteros que fueran vistos juntos.
Después de que el gobierno de los talibanes fue derrocado en 2002 por la coalición liderada por Estados Unidos, las mujeres lograron muchos avances en Afganistán. Pero dos décadas después, cuando la Casa Blanca negoció con los talibán el cuestionado acuerdo de retirada de tropas, muchas mujeres afganas comenzaron a perder todo lo ganado en sus derechos básicos.
A manera de ejemplo las oficinas del Ministerio de la Mujer, fueron destinadas a un cuartel de policía de la moral, o sea, la temida fuerza de seguridad encargada de castigar a los “apóstatas”.
¿Por qué invadió Afganistán una coalición encabezada por Estados Unidos?
Cuando los talibán ocuparon por primera vez el poder, convirtieron a Afganistán en puerto seguro y guarida para Osama bin Laden, el multimillonario muyahidín nacido en Arabia Saudita, que aprovechó ese cobijo talibán para construir Al Qaeda, un grupo terrorista con expansión en los cinco continentes.
El septiembre de 2001, Al Qaeda asestó un cinematográfico ataque terrorista, que sacudió al mundo, utilizando aeronaves comerciales a manera de misiles para asesinar a miles de civiles y derribar las torres del World Trade Center en Nueva York y causar graves daños al Pentágono en Washington.
George W. Bush, entonces presidente de Estados Unidos exigió que los gobernantes talibán entregaran a Al Qaeda y Bin Laden, pero los fundamentalistas talibanes se negaron, entonces Estados Unidos promovió la invasión a Afganistán, con apoyo de fuerzas de la Otán
Acto seguido se desencadenó una intensa campaña de ataques aéreos, mientras fuerzas terrestres apoyados por grupos muyahidines, integraron la coalición anti-talibán de la Alianza del Norte. Pronto Estados las fuerzas aliadas derrocaron al gobierno talibán. La mayor parte de los dirigentes de Al Qaeda y talibán que sobrevivieron a esta incursión, huyeron a Pakistán.
De manera increíble, veinte años después de haber sido derrocados por la coalición internacional, ya en 2020, algunos de esos funcionarios talibanes estuvieron en la delegación que viajó a Qatar y pactó un acuerdo, para que Estados Unidos abandonara Afganistán, y a partir de la toma del poder en 2021, hicieron los nuevos gobernantes del país.
¿Qué pasó con los talibán después de ser derrotados en 2001-2002?
Todos los talibán y los cabecillas que escaparon de las operaciones militares de la coalición, consiguieron el refugio y ayuda del ejército de Pakistán. En contraste, los organismos de seguridad pakistaníes reciben gran ayuda financiera de Estados Unidos para ayudar a perseguir a los yihadistas
En la medida que avanzaban las operaciones militares y la multimillonaria inversión en proyectos sociales en Afganistán, el gobierno de Estados Unidos, se lanzó a una nueva guerra en Irak en 2003, mientras altos funcionarios estadounidenses, dijeron al mundo que Afganistán estaba en camino de convertirse en una democracia al estilo occidental con instituciones modernas.
Pero en territorio afgano, la copiosa inversión de las instituciones extranjeras, se convirtió en otro filón para que robaran dinero los dirigentes corruptos del atrasado país.
Así, los talibán comenzaron a ganar terreno y apoyo, en las zonas rurales. Su número aumentó: algunos combatientes fueron intimidados para que se unieran, otros lo hicieron como voluntarios, pues estaban mejor pagados que los policías locales.
De remate, la dirigencia talibán, encontró una fuente de reclutamiento en la diáspora afgana en Pakistán, integrada por familias que huyeron de la violencia anterior como refugiados y se criaron en escuelas religiosas financiadas por Arabia Saudita.
Los talibán resistieron la tormenta cuando el presidente Barack Obama expandió la presencia militar en Afganistán, a alrededor de 100.000 soldados en 2010. Pero años después, mientras las tropas estadounidenses comenzaron a retirarse, los talibán iniciaron a ganar terreno en el avance hacia Kabul. En esencia, fue una campaña de perseverancia islamista, apostando a que Estados Unidos perdería la paciencia y se iría de Afganistán.
Y los estrategas talibán acertaron. Luego de la pérdida de más de 2.400 vidas estadounidenses después, el gasto superior a 2 billones de dólares, decenas de miles de muertes de civiles y fuerzas de seguridad afganas, la administración Trump hizo un trato con los talibanes y declaró que las fuerzas estadounidenses abandonarían Afganistán a mediados de 2021. El presidente Biden respaldó el enfoque y presidió una retirada intransigente de las tropas norteamericanas, pese a que mediante oleadas de violencia, los talibán comenzaron a dominar distritos enteros y luego ciudades.
Los militares estadounidenses salieron de Afganistán el 30 de agosto de 2021, un día antes de lo previsto, poniendo fin a una ocupación de 20 años y dejando Afganistán en manos de los talibán.
Hoy Afganistán nada en el caos de la pobreza, las pugnas internas con ISIS del Khorazan, los intereses exasperados de los corruptos dirigentes y de remate están a expensas de que China se apropie de sus activos estratégicos. Trágico destino para un pueblo que nunca ha conocido ni la paz, ni la libertad, ni la democracia.
Teniente Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Autor de 40 libros sobre defensa nacional, estrategia y geopolítica