Manipulada protesta de mujeres afganas a favor de los talibán

Publicado: 2021-09-12   Clicks: 1136

 Manipulada protesta de mujeres afganas

    Cada día que pasa, los líderes talibán demuestran que han aprendido técnicas de propaganda política para lavar su imagen y enmascarar su proceder medieval. En un increíble acto político, el 11 de septiembre de 2021, centenares de mujeres afganas vestidas con túnicas largas y con el rostro cubierto con velos negros, salieron a marchar a favor del régimen opresivo.

     La sesgada marcha femenina fue un habilidoso acto publicitario, para inducir a los periodistas del mundo, a difundir la noticia que después de años de guerra, las mujeres afganas los apoyan, y no la verdad que nuevamente están a merced de los violentos radicales islamistas.

     Las mujeres marchantes que portaban carteles, muchos de ellos escritos en inglés, llenaron el auditorio de la Universidad de Educación Shaheed Rabbani en Kabul, y manifestaron apoyo a los talibán y su estricta interpretación del Islam, e inclusive resaltaron, la “necesidad” de realizar por separado la educación para hombres y mujeres.

      Según los dirigentes del nuevo régimen islamista, la manifestación femenina que contrastaba con las protestas contra los talibán la semana pasada de mujeres afganas que exigían igualdad de derechos, esta vez fue organizada por profesoras universitarias y estudiantes, supuestamente leales al régimen.

      Cientos de combatientes talibán armados con fusiles AK 47 mantuvieron a los periodistas alejados de las manifestantes y no les permitieron hablar con ninguna de ellas. Inclusive, no fueron contestados los intentos posteriores de comunicarse con las participantes. Por medio de las redes sociales o de las directivas de la universidad.

       Desde la óptica de los periodistas extranjeros, la manifestación, celebrada en el vigésimo aniversario de los ataques terroristas en Estados Unidos, recordó que a pesar de dos décadas y más de 780 millones de dólares, gastados en la promoción de los derechos de las mujeres, después de la salida de las fuerzas estadounidenses en agosto de 2021, la iniciada liberación de las mujeres de Afganistán no retrocederá décadas, si no siglos.

       Durante el primer gobierno en Afganistán (1996-2001), los talibán prohibieron a las mujeres y las niñas hacer la mayoría de los trabajos o asistir a la escuela, y prácticamente las convirtió en prisioneras dentro de sus hogares.

       En esa época, las mujeres fueron obligadas a usar en público la burka, prenda similar a una tienda de campaña que las cubre de pies a cabeza, y tiene una rejilla de malla tejida sobre los ojos. El uso de esta prenda de vestir utilizada para borrar la apariencia de las mujeres de la vida pública, fue catalogada en Occidente como un símbolo de la opresión de los talibanes.

       Gran parte de las mujeres marchantes, parecían vestir de manera familiar para los musulmanes conservadores que habitan el sur de Afganistán, incluido un velo, mientras que otras usaban la tradicional burka azul.

       Desde la óptica propagandista de los extremistas islámicos, esta inusual manifestación de mujeres pro-islamistas fue una reprimenda para Estados Unidos y sus aliados, quienes durante mucho tiempo argumentaron los derechos de las mujeres, como la razón para continuar la guerra en Afganistán, mucho después de que los talibán fueron derrocados en 2003, Al Qaeda fue desarticulada y Osama bin Laden fue neutralizado en una sorpresiva incursión aeroterrestre en Pakistán.

       Desde la salida de  Estados Unidos y sus aliados de Kabul, miles de mujeres afganas han protestado para exigir que se sigan respetando sus derechos. Los líderes talibán han respondido con violencia, golpeando a las mujeres, e insisten en que cualquier persona que salga a las calles a una manifestación pública, primero debe obtener la aprobación de su gobierno provisional.

       Como si se tratara de un evento surrealista, en posición de pie y subidas en un podio decorado con grandes banderas blancas, algunas de las mujeres que participaron en la manifestación del sábado criticaron las recientes protestas contra los talibán, e insistieron en que las mujeres deben aceptar la estricta política del régimen islamista.

       Para aumentar el surrealismo, una mujer afirmó en entrevista con The New York Times, que los manifestantes contra los talibán que se unieron a las marchas de la semana pasada, lo hicieron para volverse famosos en Occidente y agregó que aunque esas mujeres ejercen roles importantes en la sociedad, incluidas médicas y docentes, no representan a todas las mujeres de Afganistán.

        Como si fuera poco el espectáculo autoelogioso, después de que las mujeres salieron del auditorio, realizaron una marcha corta, cantaron consignas en apoyo de los talibán y blandieron carteles, incluidos varios en idioma inglés con mensajes tales como: "Las mujeres que abandonaron Afganistán no pueden representarnos" y "Nuestros derechos están protegidos en el Islam. . "

       Para completar el show, decenas de combatientes talibán despejaron el tráfico para que los autobuses alquilados transportaran a las mujeres desde los terrenos de la universidad hacia sus casas.

        Es imposible aceptar como verídico el montaje talibán de la protesta femenina a su favor, habida cuenta que no se puede olvidar, que antes de que los islamistas regresaran al poder, Afganistán estaba casi al final en todas las listas en lo atinente a la protección de las mujeres y a la cabeza de las listas de los países con necesidad de refugios, asesoramiento y tribunales que  ayuden a mantener seguras a las mujeres.

        Gracias a la intervención militar aliada, después de 20 años de la caída del régimen islamista, las niñas y mujeres constituían el 40% de todos los estudiantes del país. Al mismo tiempo, algunas mujeres se unieron al ejército y la policía, y otras ocuparon cargos políticos. Algunas mujeres se convirtieron en cantantes reconocidas internacionalmente, compitieron en los Juegos Olímpicos y en equipos de robótica, escalaron montañas y realizaron otras actividades que eran casi imposibles en el cambio de siglo.

         Pero, muchas de esas mujeres, quienes no ven ningún futuro para sí mismas, han huido del país. Por ejemplo, un equipo de fútbol femenino de Herat llegó a Italia, cinco miembros del equipo de robótica de niñas afganas aterrizaron en México y Zarifa Ghafari, una de las primeras alcaldesas de Afganistán, llegó a Alemania, donde se reunió con la canciller Angela Merkel.

         De inmediato la alcaldesa Ghafari expresó en Twitter, indignación por las imágenes de las mujeres en la universidad de Kabul el sábado pasado. "¡Esta no es nuestra cultura! ¡Las mujeres afganas no son parte del extremismo, no las vuelvas salvajes, no nos impongas la cultura del ISIS!"

        Cuando los talibán anunciaron los nombres de los dirigentes del gobierno provisional, los líderes de Occidente, señalaron que los islamistas afganos no cumplieron las promesas, de que el grupo incluiría diversos grupos étnicos y minorías religiosas de Afganistán. Además, el gabinete talibán está compuesto en su totalidad por hombres, medida con la que incumplen otra promesa.

          Horas antes de que se anunciara el gobierno en funciones, cientos de mujeres, salieron a las calles para exigir pacíficamente que sus derechos fueran respetados por los  talibán, quienes respondieron a la petición con culatazos de fusil y golpes con palos para disolver violentamente la protesta, para que los participantes huyeran.

           El miércoles 8 de septiembre de 2021, dos periodistas afganos fueron detenidos y agredidos violentamente por cubrir una protesta en Kabul. Las fotos que circularon por las redes sociales, mostraron las espaldas de ambos reporteros cubiertos de magulladuras y cortes por haber sido azotados repetidamente con cables, lo que provocó una protesta internacional.

         Para estructurar la farsa, sin ruborizarse, el jefe del ministerio de Educación del gobierno talibán, dijo que las mujeres que participaron en la manifestación pro islamista del sábado 11 de septiembre, habían solicitado y recibido permiso para realizar el evento.

         Sin embargo, la presencia de los combatientes talibán, la prohibición a los medios de comunicación para hablar con las marchantes, la eficiencia con la que se difundieron las imágenes del evento, las declaraciones oficiales y la fecha en que se difundieron, indican que la manifestación no solo fue aprobada por los talibán sino que fue orquestada por ellos como un acto publicitario-propagandista.

        En síntesis, mientras los jefes talibán siguen manuales de imagen política para desatar rasgos de manipulación mediática, y tratan de conseguir reconocimiento internacional como gobierno legítimo, sus súbditos violan los derechos humanos de sus conciudadanos, maltratan a las mujeres y proyectan el país hacia una guerra civil.

Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarín.com

Autor de 39 libros de geopolítica, defensa nacional y estrategia, 8 de ellos relacionados con el terrorismo islámico.

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