¿Planea Hizbolá atentar contra Estados Unidos en su propio territorio?

Publicado: 2017-02-15   Clicks: 2574

    Análisis del terrorismo internacional

    cover narcoterrorismo la guerra del nuevo sigloCon ocasión de las drásticas medidas tomadas por la administración Trump, contra el ingreso de refugiados y ciudadanos naturales de siete países de mayoría musulmana, entre ellos Siria, Irak, Irán y Yemen, donde hay  significativa presencia chiita, sumadas a las sanciones contra el vicepresidente venezolano Tareck Zaidan El Aissami Maddah, de lavar dinero para financiar el narcoterrorismo y la muy evidente entrega de pasaportes venezolanos a ciudadanos sirios, iraquíes e iraníes, para que viajen sin problema por muchos países del mundo, han generado en los medios de comunicación una serie de alertas y análisis acerca de las posibilidades reales, que tendría Hizbolá para atacar a Estados Unidos dentro de su propio territorio.

    El espinoso asunto impone ser analizado con pinzas quirúrgicas, con sensatez y sin sensacionalismo, basado en la objetividad y lo que en estudios estratégicos de Estado Mayor se denomina la capacidad de más probable adopción por parte del adversario.

   Para evaluar y despejar esta incógnita, es preciso poner sobre la mesa, varios aspectos atinentes a la existencia y objetivos de la geopolítica y política exterior iraní, cuya teocracia es el organismo político, religioso y militar que dirige las acciones de Hizbolá, o partido de Dios, en todo el planeta.

    Cover Primavera ArabeEn primera medida, los objetivos geopolíticos y de política exterior de Irán se sintetizan, en convertirse en potencia nuclear apadrinada por Rusia y China; construir un arco chiita que aísle a los reinos sunitas del Golfo Pérsico de Europa y el Mediterráneo; apropiarse de Yemen con la etnia Huthí como punta de lanza y de allí avanzar hacia el cuerno africano oriental; destruir a Israel; apropiarse de la región chiita de Afganistán; bloquear el desarrollo nuclear de Pakistán; ganar la guerra fría declarada contra Arabia Saudita, desafiar a Estados Unidos y la Otán en abierto maridaje con Rusia,  y a largo plazo posicionar la revolución integrista de los ayatolas como el modelo político-religioso universal del islam.

    Uno de los puntales de esta visión geopolítica es la diseminación y asentamiento progresivo de Hizbolá o el Partido de Dios, con base en El Líbano y Siria, donde durante 38 años, la teocracia iraní no solo logró legitimarlos como partido político, sino que convirtió el Valle de Bekka y otras regiones libanesas, en el epicentro de entrenamiento político, militar y religioso chita integrista de miles de soldados de Alá, dispuestos a construir redes de apoyo y a morir por la causa iraní y anti-judía en cualquier lugar del planeta.

    En ese orden de ideas, Estados Unidos secundado por las potencias cristianas occidentales, constituye para los chiitas integristas el gran Satán al que hay que destruir, por ser aliados incondicionales del odiado enemigo judío, cuya desaparición total es objetivo fundamental de la teocracia iraní.

    No es ningún secreto que el acuerdo de supuesto desarme nuclear de Irán con Estados Unidos, fue un calculado engaño de prolongadas imposiciones, que solo sirvió para publicidad política internacional de Barack Obama y fortalecimiento silencioso de los proyectos nucleares iraníes apoyados a toda costa por Vladimir Putin, con el fin de quitar a los norteamericanos la preminencia en el Medio Oriente y ganar una batalla más de la sui generis guerra fría chiita-sunita contra Arabia Saudita y las monarquías del Golfo.

    Por esa razón, Hizbolá y la Guardia Revolucionaria Iraní terciaron en las guerras civiles de Irak y Siria, no solo para combatir al Estado Islámico (ISIS) y Al Qaeda parcialmente financiados y consentidos en voz baja por ricos jeques sunitas del Golfo Pérsico, sino para sostener en el poder los regímenes chiitas de Irak y Siria, que garanticen la multiplicación de Hizbolá como organización estructural fundamentalista islámica para destruir a Israel y a todos sus aliados.

   cover conexión al qaedaEn este punto, el asunto se complica mucho más, pues al poseer tecnología nuclear, la teocracia iraní podría estimular a las células dispersas de Hizbolá para utilizar armas nucleares tácticas tipo maletín, contra cualquier objetivo judío o estadounidense en los cinco continentes, o inclusive contra sus odiados enemigos sunitas, casi todos considerados socios políticos de Estados Unidos y de aparente neutralidad actual contra Israel.

    A lo anterior se suma que desde finales del siglo XX el gobierno izquierdista de Hugo Chávez y luego el de Rafael Correa, en triángulos respectivos de transferencia de tecnología militar con Rusia, permitieron la entrada de muchos militares y religiosos iraníes con objetivos poco claros, en los que a la postre terminaron implicados en el narcoterrorismo como parte actuante de la guerra del nuevo siglo.

    De allí se desprendieron las investigaciones que demostraron la tráfico de pasaportes legítimos venezolanos entregados a personas de nacionalidades iraníes, libanesas, sirias e iraquíes y dentro de ellas naturalmente, agentes encubiertos de Hizbolá.

    La situación se torna  más preocupante, habida cuenta que durante los diálogos de paz del gobierno Pastrana con las Farc en la zona de distensión del Caguán (1998-2002), salió a relucir la probabilidad no concretada de instalar en las selvas colombianas, una empresa de tratamiento de cárnicos con capital iraní, supervisada por las Farc en plena zona despejada de tropas regulares. El tema en el que casi cede el laxo gobierno colombiano, causó muchas suspicacias entre los analistas, debido a que Irán no es un país ganadero ni una nación con visión empresarial capitalista, y mucho menos experta en tratamiento de carne bovina.

    Durante la operación Gato Negro contra las cuadrillas coqueras de las Farc en el Oriente colombiano, las tropas capturaron al capo brasileño Fernandinho y entre los documentos hallados a este delincuente, había textos escritos en idioma árabe que indicaron nexos entre las Farc y los extremistas chiitas. Inclusive había un cabecilla de las Farc que profesaba el islam y lo denominaban “el musulmán”.

    Los documentos indicaban cercanía de Hizbolá con narcos brasileños, coca de las Farc y suministro de armas para los terroristas colombianos, lo cual condujo a la caída de Vladimiro Montesinos, quien desde Perú negociaba armas con mafiosos sirios, armas que a la postre llegaban a las cuadrillas del Mono Jojoy en Colombia. No obstante ni los medios colombianos siempre superficiales, ni la academia, ni la inteligencia estratégica dieron el debido valor a esta información.

    En límites de Colombia y Venezuela hay una inmensa colonia de musulmanes provenientes de Siria, Líbano y Turquía, entre los cuales hay chiitas con familiares y amigos de personas relacionadas con Hizbolá y la teocracia iraní. Estas comunidades, son obvio blanco de los fundamentalistas para incrustar células de integristas y desde ellas promover todo tipo de actividades contra Estados Unidos.

    Por otra parte el tráfico de seres humanos desde Ecuador hasta Estados Unidos, pasa por Colombia donde las Farc por medio de las milicias bolivarianas ejercen control “tributario” a los viajeros clandestinos, para permitirles el paso por sus zonas de influencia. Luego los contactan con las maras del triángulo norte de Centro América y de allí con los zetas de México.

    Es obvio suponer que entre esos inmigrantes ilegales controlados temporalmente por las Farc, incluyan a integristas de Hizbolá para que entren clandestinos a Estados Unidos por el “hueco” en la frontera binacional con México. El asunto es más preocupante si se tiene en cuenta la hipótesis de las armas nucleares tácticas, en eventual poder de una agrupación terrorista, como se viene dilucidando sin concretar, desde la desaparición de la Unión Soviética, cuando científicos con conocimientos especializados y armas nucleares tácticas quedaron fuera del control del Kremlin.

    Además, por su naturaleza Hizbolá no solo busca hacer acciones terroristas inmediatas, sino plantar sus bases y asentar células con poder multiplicativo a largo plazo, es decir que entre los inmigrantes de los países chiitas en la mira de Estados Unidos, podrían viajar subrepticiamente guerreros de Alá, con la tarea de construir a largo plazo las estructuras de Hizbolá en Estados Unidos, México y Canada, amparados en al disculpa de la libertad religiosa, y las garantías legales que estos países dan a la libertad de cultos; para golpear a largo plazo, todos los objetivos del odiado enemigo sionita y su socio mayoritario Estados Unidos.

    En síntesis, las conclusiones obvias surgidas del destape del tráfico de pasaportes, la relación del gobierno chavista con el terrorismo islámico y el narcotráfico y la prevención del gobierno Trump contra los inmigrantes de los países chiitas, no son asuntos para tratar a la ligera ni con visión visceral anti-Trump por su estilo sin ortodoxia de la política tradicional, sino para evaluar con cabeza fría, que la capacidad de mayor probable adopción del grupo integrista Hizbolá es actuar de manera sostenida contra Estados Unidos e Israel en el propio territorio estadounidense.

      Por ende urgen medidas de seguridad nacional y de acción contra este flagelo, que deben concitar unidad nacional en el coloso del norte y atenuar los odios viscerales de los demócratas, que no terminan por aceptar la derrota electoral ni de los republicanos que quieren gobernar con ánimo vindicativo o impositivos.

    cover narcoterrorismo la guerra del nuevo siglo Como lo hemos sostenido en otros escritos y análisis en diversos escenarios académicos del planeta, el Narcoterrorismo es la guerra del Nuevo Siglo. Por la vertiente chiita, antioccidental  con visión revolucionaria teocrática integrista, corren ríos de odio anti-occidental, que los afectados no han querido ver en su verdadera dimensión, por estar enfrascados en disputas políticas internas e inmediatismo mediático.

    Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

    Analista de asuntos Estratégicos

    www.luisvillamarin.com

El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, autor de 31 libros acerca de los conflictos internacionales, la geopolítica, la seguridad y la defensa nacional, cinco de ellos relacionados con el terrorismo islámico titulados Martes de HorrorNarcoterrorismo la guerra del nuevo siglo, Conexión Al Qaeda, Primavera Árabe e Isis-Estado Islámico. Además tiene en preparación la obra titulada Geopolítica del Terror.

     Para leer estas obras haga click sobre cada una de las siguientes portadas.

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