Lecciones para Colombia respecto al juicio de Dilma Rousseff

Publicado: 2016-05-12   Clicks: 2940

      Geopolítica de Suramérica

     Dicen que después de la tempestad viene la calma, pero en este caso seguirá la tormenta. Ya el congreso brasileño aprobó la apertura del juicio político contra la cuestionada mandataria Dilma Russeff, con la obvia pataleta de todos los comunistas del continente que quisieran ver a Latinoamérica igual de empobrecida y tan mal manejada como Cuba, Venezuela, o de servil de los rusos y chinos como Nicaragua.

     Pero los hechos son los hechos y la antigua terrorista brasileña tuvo que salir del palacio de Planalto, para que los legisladores brasileños, estudien y decidan si la destituyen o para peores males de Brasil regresa al cargo y termina su pésimo mandato, mientras sus correligionarios procederán a la obvia venganza.

     Este hecho que ocurre al mismo tiempo  que en Venezuela, la asamblea nacional está empeñada en sacar del poder a Nicolás Maduro, el más burdo e incapaz de los presidentes del hemisferio, tiene repercusiones en Colombia y deja muchas enseñanzas a nuestra “democracia enmermelada” y sujeta a los caprichos del mandatario de turno, la ineptitud crónica del congreso y las “sapientes decisiones” de muchas vacas sagradas incrustadas en las altas cortes.

     1. Mediante manifestaciones públicas, protestas, y expresiones populares, millones de brasileños exigieron la renuncia de Dilma Russeff. Cuestionadas y con corruptos iguales o peores a los  que se infiltran en el parlamento colombiano, las dos cámaras brasileñas votaron en debate abierto y público, y la mayoría decidió, que la mandataria debe ser juzgada por violar las leyes brasileñas, no por ser comunista como ella y sus cómplices aseguran.

    2. La presión popular contra el pésimo mandato de la Russeff que logró reelegirse con procedimientos oscuros, fue una decisión generalizada del pueblo brasileño, cuyo anhelo fue materializado por los parlamentarios. Que entre esos legisladores haya tipos más corruptos que la Russeff como también ocurre en Colombia, no quiere decir que por esa razón, ella debería seguir en el cargo, ni que Juan Manuel Santos con menores índices de aceptación que la recién separada del cargo presidenta brasileña, merezca seguir gobernando a los colombianos.

    3. Igual que cuando Gustavo Petro también con antecedentes de terrorismo comunista, fue destituido de la alcaldía de Bogotá por su gestión arbitraria, chambona y con serios indicios de irregulares manejos; la presidenta brasileña recurrió al truculento argumento que se produjo un golpe de Estado porque ella fue elegida popularmente e invitó a sus seguidores a la protesta masiva. Cómo si el hecho de ser elegidos y ser comunistas, fuera patente de corso para violar las leyes y fuera de eso auto-declararse agredidos, sin aceptar las responsabilidades penales, disciplinarias, administrativas, morales y políticas derivadas de sus pésimas actuaciones.

    4. Lo anterior indicaría que cuando los comunistas que fueron terroristas están en el poder, siguen convencidos de lo que pregonaron desde las organizaciones criminales a las que pertenecieron, de desconocer las leyes en su contra y aprovecharlas a su favor, es válido en el ejercicio de sus cargos. Con cara pierde el país y con sello también.

    5. Los ejemplos de Petro y de Dilma pésimos gobernantes con similares vicios de corrupción a quienes tanto critican, indican que los comunistas armados y desarmados, no son seres de otros planetas, y que cuando llegan al poder solo pretenden armar camarillas que en la tiránica Unión soviética llamaban la “Nomenclatura”. A eso y cosas peores se expondría Colombia de legitimar a los bandidos de las Farc y darles el oro y el moro que les ha ofrecido Juan Manuel Santos a cambio de su Nóbel de Paz y la legitimación de la catarata desinformativa que pulula en los medios de comunicación.

      6. Los brasileños Lula Da Silva y Marco Aurelio García son cómplices de las Farc, como quedó plasmado en los computadores de Raúl Reyes. Ahora este par de personajes siniestros aparecen de “mediadores” de paz con el Eln, en el mismo momento que Rafael Correa y la diputada Augusta Calle también de la misma calaña de los dos anteriores, tratan de materializar con reconocimiento internacional, la imposición de las Farc a Santos, consistente en el cese bilateral incluido el Eln, como lo aspiran concretar todos los cómplices de las Farc, para refinar los objetivos metódicos del Plan Estratégico del grupo terrorista y sus socios en búsqueda del estatus de beligerancia.

     7.  El ejemplo de la separación del cargo de Dilma Russeff estimula aún más a la oposición venezolana para sacar del Palacio de Miraflores a Nicolás Maduro, que desde luego buscará que las milicias armadas paralelas al ejército venezolano que organizó Chávez por orden de Cuba para defender la revolución, desaten la guerra civil y la “guarimba”, apoyados por las Farc y el Eln. Algo que también puede suceder en Brasil pues Dilma fue terrorista y cuenta con el apoyo de las Farc y de los comunistas armados y desarmados del continente, que están muy adoloridos con este suceso, que no tardarán en decir fue obra de la CIA.

     8.  Por las razones expuestas en los puntos 6 y 7, Colombia queda en el ojo del huracán, máxime que la política interna y externa de Santos, se reduce a firmar con las Farc lo que sea en aras de sus objetivos personales, mientras los socios del grupo terrorista están en serias dificultades y requieren apoyo armado para desatar revueltas populares.

     9. Además por otro lado, lo sucedido en Brasil y lo que va a suceder en Venezuela con dos mandatarios ineptos, corruptos y sin habilidad gerencial, podría y debería ser imitado en Colombia, así se opongan la mermelada o los falderos tipo Benedetti, Serpa, Barreras, Galán etc. Durante seis años de desgobierno, Juan Manuel Santos acumula decisiones y procedimientos peores que los que sacaron a Dilma del palacio de Planalto. La diferencia es que “aquí no hay problema, aquí no hay pelea, mi gente de Cali disfruta y rumbea”… O dicho de otra forma Viva la Fiesta … Güepaje.

     Estas y muchas más son las lecciones para Colombia, cuando el pueblo brasileño exigió a sus parlamentarios que a pesar de algunos corruptos y mediocres internos, sacara del gobierno a una presidente inepta y con otros problemas.

      ¿Habrá algún líder o movimiento político capaz de acometer la misma empresa en el Congreso de  Colombia dentro de los cánones de la democracia y las leyes, dentro de un proceso colombianista que no sea la consecuencia de la pelea personal de Santos-Uribe, ni que el propósito sea truncado por el engaño mancomunado del gobierno con periodistas enmermelados, para seguir sosteniendo el argumento de una falsa paz, que solo conviene al interés personal de Santos y a los objetivos superiores del Plan Estratégico de las Farc, sin favorecer en nada a Colombia?.

    A juzgar por los personajes, sus intereses particulares y los hechos acumulados, la respuesta es NO. Por eso estamos como estamos y seguiremos así.

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Especialista en Geopolítica, Defensa Nacional y Estrategia

www.luisvillamarin.com

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