Dos años de la invasión rusa a Ucrania. Examen de aspectos geopolíticos, estratégicos, operacionales y logísticos

Publicado: 2024-02-20   Clicks: 379

Se completan dos años de la sangrienta invasión rusa a Ucrania. Las retinas guardan para la memoria colectiva, imágenes desgarradoras de depredación humana, destrucción de poblados e infraestructuras, denuncias de crímenes de guerra cometidos por los agresores, guerra económica, guerra cibernética, guerra sicológica en los medios de comunicación, alianzas oscuras, riesgos latentes de expansión del conflicto, protagonismo de Zelensky, sacrificio supremo del indómito pueblo ucraniano, resiliencia de las víctimas, resurrección de la OTAN, dobles morales de algunos actores, preocupación en Europa por la realidad de una nueva guerra con potencial incremento, divergencias internas en Estados Unidos y mucho más.

  1. Ámbito geopolítico

Aunque no son, ni nuca serán nuevas las tensiones geopolíticas entre potencias, la guerra desatada por Rusia contra el pueblo ucraniano, fue la disculpa perfecta para que Xi Jingpin ofreciera calculado respaldo a la agresiva política exterior del Kremlin, sirviera de trampolín a intenciones expansivas de Putin, aprovechara la oportunidad para comprar más y a mejor precio petróleo, gas, minerales y granos; además de radicalizar su apetitoso deseo de invadir y doblegar a Taiwán.

Al mismo tiempo, Corea del Norte que desde hace varias décadas cumple excelente función de peoncito del ajedrez estratégico chino, incrementó decibeles al trillado discurso belicista de la hereditaria dictadura comunista de los Kim, multiplicó el ensayo de misiles balísticos y según sus desafiantes declaraciones, de misiles nucleares sumados a ambiciones de guerra en el espacio sideral.

Entre tanto, Irán que cumple para Rusia una función parecida a la de Corea del Norte con China, y de contera aprovechando la falta de unanimidad del Consejo de Seguridad de la ONU, para hacer efectivas las sanciones contra la teocracia chiita, optó por vender armas e intercambiar avanzada tecnología nuclear con Rusia y Corea del Norte; al mismo tiempo que estimula a violentas milicias de confesión chiita, para que compliquen la ya compleja situación en Medio Oriente y el Golfo Pérsico.

La amenaza para el futuro de Europa, complementada por la doble moral china que a todas luces busca incidir en las grandes decisiones europeas, condujo a reacciones hasta hace poco impensables. Para la OTAN que había entrado en declive, la agresión rusa a Ucrania, significó rápido despertar del letargo y reacción en cadena. Hasta Alemania alérgica a fortalecer militarmente sus fuerzas de seguridad y participar en conflictos externos, optó por hacerlo. Polonia, Estonia, Letonia y Lituania asumieron actitudes fuertes ante Rusia. Suecia y Finlandia pidieron acceso a la OTAN.

Las drásticas sanciones económicas de Estados Unidos y sus aliados comerciales a Rusia, pusieron un tatequieto a China, en particular por asuntos sensibles relacionados con los microchips y otras tecnologías imprescindibles en asuntos comerciales, militares e industriales. No obstante, las múltiples sanciones internacionales, gracias a sus proxies, y especialmente debido a la falta de unanimidad del Consejo de Seguridad de la ONU además de la manipulación china, Rusia ha sostenido su economía, inclusive gracias a ingentes ventas de gas y petróleo a India, cuyo posicionamiento geopolítico crece geométrica y matemáticamente.

La labor diplomática del Departamento de Estado estadounidense ha sido intensa y fructífera en algunos aspectos sensibles, producto de la dedicación e incansable actividad de Anthony Blinken, quien se ha convertido en el personaje estrella de las relaciones exteriores, pues con sus ejecutorias ha puesto de nuevo a Estados Unidos en el sitial que está acostumbrado el mundo a verlo, después de la Segunda Guerra Mundial.

Ante la inminente ambición marítima china, por salir no solo hacia el mar del sur de China, sino de apoderarse del Pacífico Sur y todo el Océano Indico desde Madagascar hasta la Oceanía y desde el mar Rojo hasta Filipinas, de manera habilidosa Reino Unido y Estados Unidos, incrementaron la capacidad naval de Australia, país de altísimo valor geoestratégico para la ambición expansiva china.

Hoy Australia prepara y acondiciona sus fuerzas navales con tecnologías de última generación y en pocos años tendrá su propia flota de submarinos de propulsión nuclear, decisión que ha levantado ampollas en Pekín, medida disuasiva de poderío militar, que a la luz del equilibrio naval y geopolítico en el planeta era imprescindible tomar.

Al mismo tiempo, Japón incrementa de manera exponencial el porcentaje del PIB destinado a defensa nacional, pues sus dirigentes saben y son conscientes que, de estallar una guerra, su territorio sería blanco de agresiones chinas y norcoreanas. Lo propio hace Corea del Sur, que además abastece con armas a los países de la OTAN, incluido Estados Unidos.

  1. Ámbito operacional militar

Veinticuatro meses de combates con armamento para guerra convencional en diferentes escenarios en campo abierto o fortificaciones urbanas, han mutado entre maniobras defensivas móviles, contraataques con misiles, drones, lanzacohetes tácticos de infantería y caballería, novedosas acciones de comandos y de partisanos, demoledores ataques aéreos contra infraestructura crítica, golpes dolorosos en la retaguardia estratégica, defensas heroicas en Mariupol, Bucha, Bakhmut y Avdiivka por citar algunas.

A estos aspectos se suman, participación de legiones extranjeras, guerra de posiciones, combates extremos en medio de aterradores inviernos, novedosos métodos logísticos, audacia de fuerzas especiales para inhabilitar la inicialmente superiorísima fuerza naval rusa en el mar Negro, guerra de drones suicidas, recurrentes y novedosas técnicas de inteligencia, creatividad popular para mejorar armamento, lucha por sobrevivir y conservar las cosechas, incrementos progresivos de reclutamiento y mucho más.

Indudablemente, esta guerra trae consigo puntos de reflexión para las escuelas militares de todo el mundo, ya que a pesar de desarrollarse con ejércitos regulares en teatros de operaciones netamente regulares, sumarle la activa población civil defendiendo su terruño, los novedosos y cada días más comunes métodos de inteligencia, la audacia de los comandos terrestres y navales, la creatividad para optimizar armas y municiones, así como la férrea voluntad del pueblo ucraniano, recopilan muchos factores, que por demás son afectados por operaciones de guerra sicológica, guerra electrónica, problemas de personal propios de las guerras prolongadas, que por desgracia nunca están exentos de casos de corrupción o por ansias de protagonismo civil.

Según Zelensky la lucha en Ucrania no es solo por su país sino por el futuro de la democracia y la libertad en el planeta. Según Putin, es la supervivencia del estado ruso frente a la creciente presión occidental sobre sus fronteras. Para China es un medio más útil para afianzar su plan estratégico de la ruta de la seda y el collar de perlas. Para Europa una seria amenaza contra su supervivencia como bloque económico y cuna de la cultura occidental. Todas, posiciones excluyentes, pero reales en los vericuetos de la actual dinámica geopolítica mundial.

Nuevas armas, nuevas tácticas de combate, nuevas estrategias para maniobrar cientos de unidades integradas a un solo plan, pero una sola realidad: Los principios de la guerra son inmanentes y gana quien mejor los aplica frente al enemigo dentro y fuera del campo de batalla.

Costosa por demás, esta guerra ha sacrificado las vidas de centenares de miles de soldados jóvenes, cuyo potencial productivo era alto para ambos bandos. Es irreparable pérdida humana que demandará tiempo para readecuar procesos en ambos países.

Conclusiones breves

1. Ucrania ha defendido con valor, abnegación y admirable resiliencia, importantes valores de la cultura occidental, frente a una agresión autocrática de Moscú, cohonestada y apoyada por otras autocracias.

2. Todos los actores de la guerra de Ucrania, están jugando con fuego al lado de la candela. Irascible e impredecible Putin no aceptaría una derrota. Y en un arrebato de egocentrismo herido podría emplear armas de destrucción masiva contra Ucrania o contra algún miembro de la OTAN.

3. Los críticos acontecimientos que se escenifican en la sangrienta guerra de Ucrania, están coligados con lo que sucede en el Medio Oriente, las dos Coreas y Taiwán. Cualquier paso mal dado o decisión mal tomada, podría incendiar varias praderas a la vez, en medio de la actual recesión económica y los cada día mas publicitados por internet, problemas sociales del planeta.

4. Ni Rusia va a derrotare militarmente a Ucrania, ni el valeroso pueblo ucraniano renunciará a sostener su soberanía. Menos con el apoyo de la OTAN, a pesar de altibajos atados a métodos politiqueros en cada país. Pero si disminuyeran los apoyos bélicos y logísticos, a Ucrania le quedaría un camino letal para Rusia: La guerra de guerrillas con motivación nacionalista, la cual prolongaría el drama, pero nunca lograría la sumisión ucraniana.

5. Quizás, finalmente Rusia aceptará esta realidad. Ojalá no sea cuando producto de autocracias, emperadorcitos o egos superfluos hayan incendiado el planeta con otra guerra mundial.

6. Duro reto para la diplomacia, pero es el mejor y más conveniente camino.

 

Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional

www.luisvillamarin.com

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