Dice un antiquísimo adagio popular, que “quien va a dar, va a recibir”, para significar que casi nunca el agredido pone la otra mejilla para recibir un nuevo golpe sin reaccionar ante el ataque anterior del que fue objeto.
Tras 10 meses de agresiones sostenidas, Rusia ha fallado en el control territorial de Ucrania, la maniobra y la logística de las unidades terrestres sobre Kiev y otras capitales y en el concepto estratégico general de la conducción de los teatros de operaciones. Fallas que ha suplido con barbarie, guerra sicológica atroz y amenazas de usar las armas nucleares.
La lógica del análisis militar político-estratégico, indica que si el centro de gravedad del poder ruso radica en su capacidad nuclear, obviamente ese es el objetivo estratégico superior de la defensa ucraniana.
Rusia lo sabe y tiene el espejo de lo que sucede a menudo en Irán, donde las Fuerzas de Defensa Israelíes golpean a menudo las instalaciones de comando y control de la fuerza nuclear iraní, o inclusive eliminan a los científicos que dirigen el proyecto.
Una cronología de los ataques estratégicos ucranianos dentro al territorio ruso, o contra activos estratégicos adelantados del Kremlin dentro de Ucrania, podrían inferir que en la espiral de violencias acumuladas y de toma y dame, que genera la dinámica de las pasiones bélicas buscando réditos políticos para cada bando, no se podría descartar alguna acción sorpresiva y contundente de comandos ucranianos contra los centros de comando y control de las armas nucleares rusas, para dejarlas sin los centros de cómputo que podrían activar y orientar su empleo. Ese tipo de acciones son posibles en la guerra, y Ucrania ha demostrado tener la creatividad, la decisión y los voluntarios, con los genes y las neuronas para acometerlas.
Durante los 10 meses de sangrienta invasión, la agresora Rusia ha sufrido una serie de ataques de alto perfil estratégico causados por las fuerzas ucranianas. Algunos han tenido lugar en suelo ruso, mientras que otros le han afectado o destruido importantes activos militares. En conjunto, todos los golpes ucranianos han expuesto vergonzosas fallas de seguridad para el gobierno de Moscú.
Además han roto mitos tales como la supuesta capacidad de maniobra terrestre con tropas profesionales y altamente entrenadas, que aparentaban tener los emisarios de Putin en sus disertaciones en todo el mundo. Igual ha sucedido con la capacidad de defensa antiaérea y la inteligencia estratégica, cuyos análisis, hasta ahora han sido desfasados de la realidad.
En el más reciente golpe táctico con connotaciones estratégicas propiciado por Ucrania a Rusia en la mañana del 26 de diciembre de 2022, tres soldados rusos murieron luego de que un dron ucraniano fuera derribado cuando se aproximaba a la base aérea militar de Engels, en la región del Volga dentro de Rusia. Fue el segundo ataque este mes a la misma base, la cual está ubicada a 300 millas de la frontera con Ucrania y es el puesto de mando de algunos de los bombarderos estratégicos de Rusia.
A continuación se enuncia la cronología de algunos de los ataques tácticos de amplias connotaciones estratégicas por parte de las fuerzas militares ucranianas, en respuesta a la barbarie rusa contra la población civil del país invadido.
1 de Abril de 2022: Sorpresivos ataques aéreos cerca de la frontera de Rusia con Ucrania
El 1 de abril de 2022, dos helicópteros ucranianos que volaban a baja altura eludieron el control de radares rusos, ingresaron a territorio enemigo y dispararon certeros misiles contra un depósito de combustible en la ciudad de Belgorod, ubicada a 20 millas de la frontera de los dos países.
A finales de abril los ucranianos repitieron la misma incursión pero esta vez en la ciudad rusa de Bryansk, donde las explosiones arrasaron los depósitos de petróleo en un centro logístico construido a menos de 100 millas de la frontera con Ucrania.
Finales de abril de 2022: Ataque con misiles repotenciados contra el buque Moskva en el Mar Negro
A mediados de abril, a 65 millas náuticas al sur de Odesa dos misiles ucranianos Neptune cuya plataforma de lanzamiento fue repotenciada sobre un afuste francés ajustado a una patrullera naval, alcanzaron y hundieron el en el Mar Negro el buque Moskva, insignia de la Armada Rusa.
Producto del rápido hundimiento murieron muchos marineros, pero el gobierno ruso mintió a su país, diciendo que el navío se había hundido después de un incendio accidental causado por una explosión.
Pronto surgieron las primeras críticas a Putin, desde diversos sectores de opinión, que cuestionaron por qué no se había protegido mejor el navío que era el orgullo de la flota rusa en las aguas del Mar Negro.
9 de agosto de 2022: Exitosa incursión de comandos contra una base aérea rusa en Crimea
El 9 de agosto hubo explosiones en la base aérea de Saki en Crimea, región anexada ilegalmente por Moscú en 2014. Para ocultar la vergüenza de haber sido vulneradas sus defensas y la seguridad de la base aérea citada, por medio de mentiras, el ministerio de Defensa ruso aseguró que las municiones almacenadas habían estallado accidentalmente, pero las imágenes satelitales del suceso, mostraron a ocho aviones rusos de combate destrozados.
Sin dar mayor trascendencia al hecho, un alto funcionario ucraniano relató a los medios de comunicación, que las explosiones habían sido producidas por un ataque efectuado por partisanos ucranianos.
20 de agosto de 2022. Explosión de vehículo-bomba cerca de Moscú
Daria Dugina, hija de un destacado ultranacionalista ruso amigo cercano de Putin, murió cuando su vehículo explotó en un suburbio de Moscú. Pronto, altos funcionarios estadounidenses afirmaron que creían que el gobierno de Ucrania había autorizado el ataque, e inclusive algunos dijeron que sospechaban que Aleksandr Dugin padre de la señora muerta en el ataque, era el objetivo real de la audaz acción de comandos terrestres dentro de la retaguardia político-estratégica rusa.
8 de octubre: la explosión del puente Kerch de Crimea
A primeras horas del 8 de octubre, una explosión destruyó una parte del puente vial y ferroviario de Kerch, que conecta a Rusia con la Península de Crimea y que sirve como parte activa de la ruta principal de abastecimientos para las fuerzas invasoras en el sur de Ucrania.
Cuando el puente de Kerch se inauguró en 2018, Vladimir Putin se auto atribuyó el mérito de ser el gestor de la megaobra, y para materializar el culto a su personalidad condujo un camión a lo largo de sus 12 millas de longitud del recién inaugurado punto de paso.
Octubre de 2022: Ataque con drones contra Fuerza naval rusa en Crimea
Pocos días después de la explosión del puente de Kerch, el ministro de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de lanzar un ataque con aviones no tripulados contra su Flota del Mar Negro en Crimea y dijo que un dragaminas había sufrido daños menores.
En respuesta, un alto funcionario ucraniano dijo que el buque mencionado, había sufrido graves daños. Más tarde apareció en las redes sociales un video, nunca confirmado, en el que se ve un dron marino que se dirige hacia un buque ruso, mientras los disparos salpican el agua a su alrededor.
Diciembre de 2022: drones ucranianos atacan aeropuertos militares en Rusia
Los ataques tácticos de connotaciones estratégicas efectuados por las fuerzas ucranianas, entraron en una nueva fase a principios de diciembre de 2022, cuando atacaron con drones a Engels y otro aeropuerto militar en Rusia.
Casi al mismo tiempo, un dron ucraniano, golpeó una instalación petrolera cerca de un aeropuerto en la provincia rusa de Kursk.
Reflexiones estratégicas
1. Rusia no tiene la capacidad militar que le atribuían los organismos de inteligencia occidentales. Pero tampoco está derrotada, ni toda su estructura militar es pésima como aducen algunos “expertos analistas” en los medios de comunicación y en las redes sociales. Las fuerzas rusas están enfrentando una guerra, en la que los servicios de inteligencia de Putin calcularon mal, la capacidad de más probable adopción por parte de Ucrania y de la OTAN.
2. Ucrania ha propinado a Rusia una seguidilla de golpes tácticos con connotaciones estratégicas, que pueden llegar a la búsqueda de la joya de la corona, que sería una acción sorpresiva de comandos contra las instalaciones de cómputo en los puestos de comando y control del poder nuclear ruso. No es descabellado colocar esa posibilidad sobre la mesa del análisis.
3. Por partida triple, Rusia, Ucrania y la OTAN, saben que el centro de gravedad del poderío militar ruso, radica en su capacidad para emplear armas nucleares u otras de destrucción masiva, en medio del desespero por no ver resultados tangibles, ni en la maniobra terrestre, ni en el intento por doblegar a Kiev, ni en lograr que el pueblo ucraniano se rinda por la presión sicológica de los sistemáticos bombardeos contra el sistema energético.
4. Putin y su séquito saben que están entre la espada y la pared. Si pierden la guerra pueden perder hasta la vida, pues el propio pueblo ruso exigiría su salida del poder y hasta podría cobrarles justicia con mano propia, como ha ocurrido con otros dictadores, inclusive con algunos zares rusos. O lo que es peor, que mediante acciones audaces, fuerzas ucranianas intenten eliminarlos.
En síntesis, sin tener la misma capacidad logística militar que su oponente ruso, las fuerzas ucranianas han desarrollado una guerra combinada de acciones regulares con irregulares, han impuesto la iniciativa estratégica, han canalizado tácticamente la maniobra terrestre rusa, y han difundido ante el mundo entero, la imagen de que son un pueblo patriota, valiente y dispuesto al sacrificio supremo, antes que doblegarse ante el poderío ruso.
Esta realidad, induciría a que presa del pánico y encerrado en una sin salida político militar, con el ego herido y renuente a aceptar la derrota, Putin acometiera el suicidio político colectivo de su régimen lanzando armas nucleares contra Rusia o Europa.
Razón más que suficiente para que Ucrania se anticipe a los hechos y ataque las instalaciones militares nucleares rusas, antes de que sea tarde. Eso se llama defensa activa y coloquialmente es denominada por los “analistas expertos” como guerra preventiva. Y si Ucrania ha demostrado ser eficiente en la estrategia y la táctica de la defensa, móvil, de área, de fuerza orientada, ¿Por qué no podría acometer una acción de defensa activa?
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional