La tensa reunión entre el secretario de Estado estadouniense, Antony J. Blinken y Wang Pi su homólogo chino realizada en Múnich (Alemania) el sábado 18 de febrero de 2023, reanudó con altibajos y acusaciones mutuas, el contacto diplomático entre Washington y Pekín, el cual se había enrarecido dos semanas antes, cuando un avión de combate de la Fuerza Aérea de Estados Unidos derribó un globo espía chino en aguas territoriales norteamericanas.
La advertencia de Blinken a Wang fue clara: “no debe volver a ocurrir” ningún vuelo de globos de vigilancia chinos sobre el territorio de Estados Unidos. Al mismo tiempo, en nombre del gobierno estadounidense, Blinken advirtió al régimen de Xi Jingpin, que no proporcione ningún "apoyo material" a Rusia para continuar la depredadora guerra contra Ucrania, una perspectiva que luego sugirió, que China está considerando "firmemente".
Aunque la descripción oficial estadounidense de la compleja reunión, no mencionó nada acerca de cómo respondió Wang Yi al respecto, los medios de comunicación estatales chinos, la describieron como un agudo intercambio de reproches mutuos, porque el punto de vista de Pekín para normalizar las relaciones diplomáticas, que se encuentran en el peor momento luego 50 años de convivencia pacífica salpicada de acusaciones mutuas de injerencias, dependería de que Estados Unidos “resuelva el daño causado por el uso indiscriminado de la fuerza” cuando derribó el gigantesco globo espía frente a los costas de Carolina del Sur.
Pese a que , los funcionarios estadounidenses esperaban encontrar en esta cumbre diplomática circunstancial en Múnich, un camino hacia una resolución del escollo, que permita a Blinken reprogramar la visita a China, las dos descripciones sugirieren que dos semanas después de ocurrido el episodio, simultáneamente, los gobiernos de Biden y Xi Jing Pin están cavando profundas trincheras para fortalecer sus defensas en eventuales escenarios venideros de negociación.
Pero ninguna de las delegaciones de los dos países mencionó una nueva fecha para el viaje de Blinken a Pekín. El ambiente sigue caldeado. En entrevista con la cadena de televisión NBC, Blinken aseguró que él habló "clara y muy directamente" con el señor Wang acerca del incidente del globo, pero que durante la tirante reunión "no hubo disculpas" de Wang en nombre del gobierno chino.
Aunque a menudo el presidente Joe Biden asegura que él aspira a que se desarrolle una relación en la que las dos naciones estén inmersas en una competencia vigorosa pero no en conflicto, muchos de los asistentes a la Conferencia anual de Seguridad de Munich, entre quienes había funcionarios diplomáticos, de inteligencia y legisladores de varios países del mundo, exteriorizaron preocupaciones, porque el manejo del episodio del globo destacó que los dos países, no lograron reducir la escalada, inclusive en un suceso en el que por fortuna, no se perdieron vidas humanas.
Pocas horas antes de que los dos representantes diplomáticos de sus respectivos países se conocieran, Wang Pi apareció ante la conferencia y, para asombro de los occidentales allí presentes, reiteró la afirmación de China, según la cual el globo espía era una nave de investigación "civil" desviada por efecto de fuertes vientos, calificando como “absurda e histérica”, la decisión estadounidense de derribarlo. A renglón seguido, Wang acusó a Estados Unidos de hacer “uso abusivo de la fuerza”.
Por su parte el Departamento de Estado afirmó que en el mensaje de Blinken a Wang, el gobierno de Estados Unidos ratificó que “no tolerará ninguna violación de nuestra soberanía”, y que en ejercicio de los programas de vigilancia a gran altitud de la República Popular China, “se ha entrometido en el espacio aéreo de más de 40 países en los 5 continentes, lo cual ha sido expuesto al mundo”.
De la información revelada hasta el momento en torno al examen forense de las partes del globo derribado, recuperadas por la Marina estadounidense. y la Guardia Costera entonces, algunos funcionarios oficiales estadounidenses han dicho que tienen la intención de hacer públicos los detalles sobre los sensores que encontraron, situación que contradice las manipuladas afirmaciones de China, de que se trataba de un globo de investigación y seguimiento meteorológico.
Desde su posición oficial de alto nivel, Blinken renovó las advertencias anteriores de que China no debería coadyuvar en el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania, debido a la creciente preocupación de que el régimen totalitario de Pekín está cada vez más cerca de consolidar esos a apoyos a Putin, proporcionando imágenes satelitales a la milicia privada Wagner de Rusia, y dotando sus fuerzas militares con dispositivos electrónicos que podrían facilitar a Rusia la construcción de hardware militar, hasta el momento suspendido por efecto de las férreas sanciones que enfrenta Moscú por haber invadido a Ucrania. .
En la mencionada entrevista con "Meet the Press" de la cadena NBC, Blinken puntualizó que Estados Unidos pronto ofrecerá nueva información para demostrar que Beijing está "considerando seriamente brindar asistencia letal a Rusia".
Dentro de los malabares propios de las estratagemas políticas para mantener posiciones fuertes, el Departamento de Estado resaltó como duro el tono de Blinken, quien en su declaración oficial acerca de la reunión dijo haber enfatizado a Wang “la importancia de mantener el diálogo diplomático y las líneas abiertas de comunicación en todo momento”, y que “Estados Unidos no quiere tener conflictos con China, ni que está buscando una nueva Guerra Fría”.
Esta frase fue particularmente notable debido que durante comentarios anteriores, Wang Pi aseveró que en el manejo de los asuntos globales “la mentalidad de la Guerra Fría está de regreso”.
Después del derribo de la nave espía, China rechazó una solicitud del secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, de hablar con su homólogo chino, acontecimiento que por sus alcances, los funcionarios estadounidenses calificaron de preocupante.
Inicialmente, China adoptó un tono de contrición en torno a la crisis que desató el globo espía, argumentando que se trataba de una nave meteorológica desviada de su curso. Pero en los días siguientes, en particular, luego de que la Fuerza Aérea de Estados Unidos identificó y derribó otros tres objetos, que ahora afirma de dientes para afuera, que podrían ser embarcaciones inocuas, el tono desafiante de Pekín se endureció contra Estados Unidos.
Wang calificó la reacción de Estados Unidos como un esfuerzo para “desviar la atención de sus problemas internos”, y dijo que derribar el globo había sido “100% un abuso del uso de la fuerza”, y con el consuetudinario cinismo comunista, a pesar de ser el agresor y no la víctima, agregó que Estados Unidos violó una convención internacional que rige el espacio aéreo.
Igualmente Wang aprovechó el escenario de la conferencia en Munich para decir en reuniones privadas, a algunos líderes y diplomáticos europeos, que China está lista para reforzar los lazos con ellos y desempeñar un papel protagónico en la terminación de la guerra en Ucrania. Inclusive adujo, que muy pronto China ofrecerá una propuesta de paz para detener la guerra.
En contraposición, en un evento separado también en el curso de la misma conferencia, Blinken advirtió que dentro del atractivo escenario de los altos al fuego, Rusia podría explotar la buena fe occidental, para reagruparse y lanzar nuevas ofensivas, pero no precisó cual sería el rol chino en ese escenario.
Además del fuerte intercambio de mensajes, las obvias tensiones diplomáticas, y el vilo periodístico que pone al mundo, no se puede dejar de lado, que se está concitando una tormenta perfecta que podría desencadenar la tercera guerra mundial, como lo corroboran el incidente del globo espía chino, sumado a las decisiones occidentales de apoyar a Ucrania o las amenazas chinas y norcoreanas sobre el Pacífico y la persistente espada de Damocles con una potencial reacción nuclear rusa.
No es una solamente la reedición de la guerra fría, ahora entre China y Estados Unidos, sino el cada día que pasa desde la invasión rusa a Ucrania, más inminente deterioro de la paz mundial y potencial desfogue de otra gran guerra mundial por efecto geopolítico dominó.
Ni más ni menos.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional