Tras un histórico acuerdo sellado durante la primera semana de enero de 2023, los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Alemania acordaron enviar a Ucrania un importante apoyo de vehículos de combate blindados, de transporte de personal y mecanizados, con los cuales el ejército ucraniano podrá maniobrar con mayor seguridad en las áreas donde las fuerzas en contienda se han estancado en sangrientos combates de artillería y posiciones fortificadas alrededor de zonas urbanizadas.
La Casa Blanca anunció el jueves 5 de enero de 2023, que como parte integral del más reciente paquete de ayuda militar de 2850 millones de dólares, el gobierno estadounidense proporcionará cerca de 50 vehículos de combate Bradley, los cuales pueden transportar soldados de infantería en desarrollo de maniobras ofensivas o contraataques, y al mismo tiempo disparar contra las fuerzas enemigas, con un cañón de 25 mm o los mortíferos misiles TOW empleados para atacar tanques, o carros blindados, mecanizados o motorizados de la fuerza adversaria.
El anuncio del envío a Kiev de los carros de combate Bradley corrobora la continua voluntad de la administración Biden para expandir la calidad y cantidad de armamento y equipos militares que proporciona a Ucrania para su justa defensa. Dentro de esa dinámica, en junio de 2022, Estados Unidos comenzó a proporcionar a Ucrania cohetes HIMARS de largo alcance. Sin embargo, la Casa Blanca se ha mostrado reacia a enviar carros de combate más pesados con cañones de mayor alcance, como lo ha solicitado reiteradamente el presidente Volodimir Zelensky.
En esencia los Bradley y otros vehículos blindados, pueden proporcionar a Ucrania más opciones ofensivas y defensivas. La misión de las tripulaciones que operan los vehículos de combate es transportar tropas de infantería, hasta un lugar protegido en el que puedan maniobrar en el terreno del campo de batalla, ya que por la naturaleza de los combates en áreas fortificadas con campos minados y tiro reglado de artillería, morteros, ametralladoras y tiradores escogidos, siempre la infantería tendrá dificultades para maniobrar y avanzar hacia los objetivos tácticos o estratégicos.
Sin duda, el apoyo con carros blindados Bradley será muy importante para que las fuerzas ucranianas obtengan ventajas en el poder relativo de combate, agilicen los dispositivos y asuman la iniciativa táctica en el terreno, ya que la guerra está entrando en una fase de desgaste intenso, en el que son cada vez más difíciles los avances sustanciales en el teatro de operaciones.
El carro de combate Bradley es un eficaz vehículo blindado de transporte de personal, adaptado para maniobrar efectivamente sobre terrenos difíciles, en los que se complica el movimiento táctico de los Humvees y otros vehículos motorizados que carecen orugas. Y lo más importante, el Bradley transporta a los soldados de infantería, de forma segura para llegar al combate cercano contra el adversario.
Al aportar potencia de fuego al ímpetu del ataque o el contraataque, el carro de combate Bradley garantiza celeridad a la maniobra y la integridad de la fuerza, ya que su poder destructivo puede perforar importantes capas de blindaje, y afectar vehículos blindados ligeros o inclusive en tanques.
Simultáneamente los misiles TOW que lleva la tripulación del carro Bradley podrían resultar efectivos en esta combinación, porque pueden destruir grandes tanques rusos, e inclusive superar el alcance del fuego dentro del campo de batalla algunos de ellos.
Además, el carro de combate Bradley posee otras características sofisticadas que le aportan ventajas tácticas en el terreno, aportadas por excelentes equipos de visión nocturna, y sistemas de cómputo para programar y ejecutar los disparos.
Por otra parte, los carros de combate Bradley se pueden utilizar en misiones de reconocimiento táctico, para desarrollar el dispositivo enemigo en el terreno y complementar elementos esenciales de información, necesarios para complementar la inteligencia de combate y desarrollar las denominadas situaciones de conducción, que siempre serán variables.
Se aclara que el gobierno de Estados Unidos ya había enviado algunos vehículos blindados a Ucrania, verbigracia 200 carros M-113 de transporte de tropas, que en esencia apoyan transporte táctico de soldados de infantería, pero no aportan potencia de fuego efectiva. Por esa razón, los denominan coloquialmente como los taxis del campo de batalla.
Respecto al carro de combate AMX-10 de fabricación francesa, conocido con el mote de “asesino de tanques” por su destructiva potencia de fuego, que también llegará a los campos de combate en Ucrania, es mucho más grande que el blindado estadounidense Bradley o el Marder alemán; pero normalmente no transporta a muchos soldados de infantería.
El AMX-10 es un vehículo de ruedas de caucho que puede moverse con relativa rapidez, pero con énfasis en carreteras o terreno firme, situación que no es la ideal, durante el invierno en el oriente de Ucrania.
Igualmente, el AMX-10 posee un blindaje relativamente ligero que podría resultar blanco fácil para los misiles antitanque, o los disparos de los cañones rusos.
Por su parte, el carro blindado Marder de fabricación alemana, posee un cañón automático de 20 milímetros pero su potencia de fuego es más débil que la de los vehículos Bradley y AMX-10.
Es el vehículo de combate más antiguo de los tres enunciados. Se desarrolló por primera vez a principios de la década de 1960, y está dotado con misiles antitanque Milan y una buena capa de blindaje fabricada con acero.
Se agrega, que en condiciones óptimas del terreno, el carro Marder puede desplazarse hasta a 65 kilómetros por hora y transportar en su interior a tres tripulantes y seis soldados de infantería.
En la actual situación táctica y estratégica de los campos de batalla, y dada la intención rusa demostrada en lo que indica, que su capacidad de más probable adopción es ofrecer fiera resistencia en el Donbas y Crimea, mientras prepara el lanzamiento desde Bielorrusia de la ofensiva terrestre contra Kiev y continúa depredando la infraestructura energética ucraniana, sin lugar a dudas, los carros de combate Bradley, Amx-10 y Marder, llegan como caídos del cielo a Ucrania, y podrían marcar un punto de quiebre, como ya lo marcaron los misiles Stinger, los obuses Hollowitzer, los drones suicidas antitanques, los sistemas de artillería Himars, los misiles Patriot, las bombas guiadas JDAM, y la extraordinaria eficiencia de los comandos terrestres ucranianos gracias al entrenamiento y apoyos tecnológicos y de inteligencia militar, proporcionada por la OTAN, especialmente por el gobierno y las Fuerzas Militares de Estados Unidos.
Sin embargo, no se puede soslayar que en este punto de la dinámica de la guerra derivada de la invasión rusa a Ucrania, se reduce el margen de maniobra para las soluciones diplomáticas que detengan la orgía de sangre, al mismo tiempo que conduce al nivel mínimo las posibilidades de victoria rusa y por el contrario inferiría una inminente derrota militar de las tropas del Kremlin.
Debido a esta realidad, las opciones de Putin serían atacar con armas balísticas de largo alcance o nucleares los buques norteamericanos que transportan ese material desde Estados Unidos hasta Europa, o interceptarlos con los mismos medios dentro de territorio europeo antes de que ingresen a Ucrania, o lo que es peor retaliar directamente contra Ucrania o cualquier país de la OTAN, o generar un incidente de falsa bandera, con el cual desataría una tormenta de fuego nuclear.
No son suposiciones calenturientas, ni exageradas. Es la realidad del escalonamiento progresivo de la guerra, pues cada paso de apoyo militar y tecnológico de Occidente a Ucrania, demuestra con mayor claridad que cuando la OTAN apoya con mayor énfasis a Ucrania, por lógica está cada vez más en guerra contra Rusia… Es una línea demasiado delgada y por ende… demasiado frágil.
En síntesis, en el ámbito táctico es fundamental el envío de los carros de combate estadounidenses Bradley para defensa de Ucrania. En el campo estratégico son armas de guerra que ponen a Rusia entre la espada y la pared en la conducción de la guerra. En el campo geopolítico exacerba los ánimos, y por efecto del progresivo escalonamiento, acerca las tensiones a impredecibles reacciones de un acorralado Putin.
Podría decirse que el perfeccionamiento militar ucraniano y el incremento de su poder relativo de combate es un mal necesario, con un incierto desenlace… Ni más ni menos.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional