Según sendos informes publicados por aparte por The Washington Post y The Wall Street Journal, ante la incertidumbre de cuáles sean los resultados electorales para el partido demócrata el 8 de noviembre, y la persistencia de algunos congresistas republicanos cercanos a Trump, de reducir los gastos de la administración Biden en apoyo a Ucrania tras la invasión rusa, con la guerra encaminándose hacia un invierno crítico, hay indicios de que el gobierno de Estados Unidos está creando condiciones en aras de alcanzar soluciones diplomáticas, inclusive si no hay avances evidentes en el horizonte inmediato.
Es preciso aclarar que, Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente Biden, viajó a Kyiv el viernes 4 de noviembre de 2022, para conversar con el presidente Volodymyr Zelensky, donde dijo que “no habrá vacilaciones” en el apoyo de Estados Unidos a Ucrania, independientemente del resultado de las elecciones de mitad de período.
Los astros se alinean. Mientras algunos republicanos piden recortes en la ayuda militar a Ucrania, debido a los ingentes costos de la asistencia a Kiev, la administración Biden puede estar ansiosa por explorar una posible solución diplomática a la guerra, con el propósito de impedir que Putin use las armas nucleares.
Es más, The Washington Post agregó que altos funcionarios de la administración Biden estarían alentando en privado a los líderes en Kiev, a negociar con Rusia. El punto de partida de esta sugerencia es pedir a Ucrania que abandone su negativa a entablar conversaciones con Rusia, a menos que el presidente Vladimir Putin sea destituido del poder, debido a que en septiembre de 2022, Zelensky fue tajante al declarar que: “Negociaremos con el nuevo presidente”.
Por razones obvias de mesura y discreción, los funcionarios diplomáticos estadounidenses comentaron a The Washington Post, que ellos no están empujando a Ucrania a sentarse en la mesa de negociaciones. Sin embargo, argumentaron que esa opción podría ayudar a Zelensky a ganar apoyo en Europa, África y América Latina, continentes donde sus dirigentes nacionales están preocupados por los desastrosos y disruptivos efectos de la guerra desatada tras la invasión rusa en febrero de 2022.
Alexander Vershbow, quien se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Moscú y como subsecretario general de la OTAN, aseguró al Washington Post que Estados Unidos no puede darse el lujo de ser completamente "agnóstico" sobre cómo y cuándo concluiría la guerra, que le está resultando muy costosa en cuerpo ajeno. Pero naturalmente, los ucranianos tienen la última palabra, puesto que son quienes luchan en los campos de batalla, y sería imprudente cuestionarlos.
Entretanto, Mykhailo Podolyak, principal asesor de Volodimir Zelensky, reiteró en un mensaje vía Twitter, que Ucrania nunca negociaría con Putin, principal responsable de la actual tragedia de su país.
Por su parte, algunos diplomáticos de la OTAN aseguraron al diario La República de Italia, que las negociaciones de paz podrían comenzar tan pronto Ucrania haya retomado la región de Kherson, situación que permitiría a Zelensky llegar a la mesa de conversaciones en una posición de relativa fortaleza.
Según The Wall Street Journal, trascendió que al mismo tiempo que Estados Unidos aumenta discretamente la presión sobre Ucrania para que acepte negociar con Rusia, Jake Sullivan también está trabajando con filigrana, para mantener abiertas las líneas de comunicación del gobierno norteamericano con Moscú. Prueba de ello es que en los últimos meses, Sullivan ha estado en contacto con Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, y también ha hablado con Nikolai Patrushev su homólogo en el gobierno ruso.
Lo avanzado hasta ahora por Washington y Moscú que no es público, gravita sobre esperanzas moderadas, habida cuenta que Ushakov se ha desempeñado como embajador de Rusia en Washington y es considerado un conducto válido hacia Vladimir Putin. En especial, las conversaciones secretas ruso-estadounidenses, se han centrado en enfriar la tirante situación derivada de las amenazas de Rusia de utilizar armas nucleares en Ucrania.
Otra noticia que podría ser alentadora para evitar una hecatombe nuclear, es que después de meses de poco contacto diplomático Casa Blanca-Kremlin, funcionarios estadounidenses y rusos planean celebrar reuniones este mes en El Cairo (Egipto), mediante una comisión bilateral establecida en virtud del tratado de armas nucleares estratégicas New START.
En síntesis no hay nada confirmado, pero tampoco se puede descartar la solución diplomática, pues a todas luces está demostrado que Putin no dejará de atacar y destruir la infraestructura energética ucraniana, hasta generar una impredecible tragedia humanitaria que podría rematar con un ataque nuclear y de paso desatar una confrontación mayor, como siempre lo han temido los analistas de esta guerra.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional