Estados Unidos busca espías entre docentes y estudiantes en chinos comunidades universitarias

Publicado: 2021-11-29   Clicks: 1168

       Espionaje chino en universidades de USAEn algunos campus estadounidenses, crece la preocupación de fugas y espionaje del talento académico que puede causar daños a Estados Unidos y beneficiar a China en medio de la guerra comercial, la guerra fría política y la tensión geopolítica mundial de las dos potencias.

      A manera de ejemplo, algunos agentes del F.B.I. pasaron dos años siguiendo al profesor chino-canadiense Anming Hu, quien trabajó en la Universidad de Tennessee en Knoxville, dentro del claustro educativo, en el supermercado, en sus actividades particulares, e inclusive, mantuvieron bajo vigilancia a su hijo, un joven en edad universitaria.

     Además, dijeron en secreto a la universidad donde el docente laboraba que se trataba de un operativo chino, situación que indujo a la institución educativa a cooperar con la investigación y luego a despedir al educador. Pero el F.B.I. no encontró evidencia de espionaje, según atestiguó un agente en el tribunal.

      De todas formas, los fiscales federales acusaron a Anming Hu por ocultar sus vínculos con una universidad en Pekín y de defraudar al gobierno en relación con los fondos de investigación que había recibido de la NASA. El juicio terminó con un jurado desconcertado, y hasta uno de sus miembros calificó el caso de "ridículo". En consecuencia, en septiembre de 2021, un juez absolvió al científico nacido en China de todos los cargos.

     Se sabe y es política pública de los dos partidos, que las universidades de los Estados Unidos den la bienvenida a los mejores y más brillantes talentos científicos de todo el mundo. Pero los funcionarios del FBI y la Agencia de Seguridad Nacional, sospechan cada vez más, de que científicos como el Hu aprovechan la apertura de las instituciones estadounidenses, para robar investigaciones sensibles financiadas por los contribuyentes, con el fin de ayudar al gobierno chino.

     Estas medidas han tenido efectos preocupantes en los campus, pues según científicos y docentes universitarios, estas percepciones han estancado la dinámica de la investigación, y en contra de lo deseado, han contribuido a aumentar el flujo de talento fuera de Estados Unidos, que a la larga es algo, que puede beneficiar a Pekín.

     En un país tan sensible como Estados Unidos a temas relacionados con la discriminación racial, algunos afectados se consideran humillados por la capacitación obligatoria acerca de la interferencia extranjera que incluye solo ejemplos de científicos de etnia china y retrasos para la renovación de visas.

     Para muchos defensores de las libertades y los derechos civiles sin la más mínima restricción, el juicio del científico Hu, es un ejemplo de extralimitación del gobierno. Hu estuvo bajo arresto domiciliario durante 18 meses mientras se desarrollaba la investigación. No tuvo trabajo ni ingresos fijos, y para los honorarios de defensa legal dependió de las donaciones de GoFundMe.

     Por su parte, vecinos y amigos de la iglesia entregaron víveres y le ayudaron en los quehaceres de la casa. Aunque la universidad ofreció a restablecer a Hu en su trabajo, su estatus migratorio permanece en el limbo.

     Lo que está sucediendo reúne perfiles de guerra fría. Un estudio realizado por la Universidad de Arizona y el Comité de los 100, una organización de estadounidenses de origen chino, encuestó a científicos de ascendencia china y no china que trabajan en instituciones académicas en Estados Unidos en asuntos relacionados con raza y etnia en la ciencia y la investigación.

     Cerca de la mitad de los científicos chinos encuestados, incluidos algunos ciudadanos estadounidenses, dijeron que se sienten vigilados por el gobierno de Estados Unidos. Inclusive, algunos de ellos señalan un programa de aplicación de la ley denominado Iniciativa China, que se inició durante la administración de Donald Trump y ha continuado bajo la presidencia de Biden.

      Dicho programa tiene como objetivo fundamental, prevenir el robo por parte del gobierno chino de secretos comerciales estadounidenses y evitar otros actos de espionaje. No obstante, académicos, científicos, grupos de derechos civiles y legisladores han preguntado, si es una medida adecuada, debido a que la mayoría de las investigaciones realizadas en las universidades no son clasificadas y finalmente se publican.

     Producto de esta situación, cerca de 2.000 académicos de instituciones verbigracia la Universidad de Stanford, la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Princeton firmaron cartas abiertas al Fiscal General Merrick Garland, expresando su preocupación de que la iniciativa se dirija de manera desproporcionada a investigadores de ascendencia china e instaron a que se cancele el programa Iniciativa China creado por Trump.

     Hu fue el primer académico acusado bajo la Iniciativa China en ser juzgado. Durante los tres últimos años el F.B.I. ha promovido 12 juicios en universidades o instituciones de investigación, pero ninguno ha involucrado cargos de espionaje económico o robo de secretos comerciales o propiedad intelectual. La mayoría involucró acusaciones como fraude electrónico, mentir a los investigadores federales y no revelar los vínculos con China.

     Detrás del reciente escrutinio de los académicos hay un problema que se ha estado gestando durante años. A medida que la financiación federal para la investigación científica básica en las universidades se estancó durante las últimas dos décadas, los científicos han buscado fuentes alternativas para conseguir los recursos.

     En ese orden de ideas, con el ansia de expandir su presencia global, las universidades estadounidenses promovieron colaboraciones con pares internacionales, inclusive en China, país se complació en apoyar esa iniciativa, pues su gobierno se ha propuesto convertirse en una superpotencia de ciencia y tecnología.

     Como es obvio de suponer, al contar con recursos frescos contantes y sonantes, los investigadores estadounidenses aprovecharon las crecientes oportunidades en China, incluidos los programas de búsqueda y reclutamiento de talentos, los lucrativos contratos de consultoría, los títulos honoríficos y las subvenciones.

      Pero, el gobierno chino ya tenía antecedentes de robar o incentivar la transferencia de propiedad intelectual de empresas estadounidenses. Al mismo tiempo que la administración Trump intensificó actividades para detectar el espionaje por parte de China, expandió la red para incluir también la colaboración académica, lo que llevó a las agencias federales que brindan fondos, y a algunas universidades, a intensificar la aplicación de políticas sobre la divulgación de vínculos extranjeros y conflictos de intereses.

      Muchos científicos han expresado su frustración por lo que dicen son pautas de divulgación cambiantes y superpuestas de universidades y agencias de financiación que dificultan evitar quedar atrapados en la web del F.B.I. Durante el juicio del Dr. Hu, por ejemplo, se supo que tanto la NASA como la Universidad de Tennessee en Knoxville habían proporcionado reglas poco claras sobre cómo debía revelar los lazos con el extranjero.

     Datos para comprender las tensas relaciones geopolíticas entre Estados Unidos y China

     Las dos potencias están en profundos desacuerdos, mientras luchan por la influencia más allá de sus propias costas, al mismo tiempo que compiten en tecnología y maniobran para obtener ventajas militares.

       Estos son los principales frentes geopolíticos de disensión en las relaciones entre Estados Unidos y China:

     Dominio del Pacífico.

     A medida que China fortalece e incrementa su presencia militar, Estados Unidos trata de ampliar alianzas en la región. Taiwán, la isla democrática que el Partido Comunista considera territorio chino, está en el centro del problema. Si Estados Unidos interviene allí, podría remodelar el orden regional.

     Comercio.

     La guerra comercial iniciada por la administración Trump está en pausa. Pero la administración Biden sigue protestando contra las políticas económicas de China e impone aranceles a productos chinos, lo que infiere, que no hay descongelamiento en las relaciones comerciales.

     Tecnología.

      La mayoría de los gigantes de Internet han sido excluidos de China, pero muchas empresas tecnológicas estadounidenses todavía hacen grandes negocios en China, situación que causa preocupaciones de seguridad cibernética en Washington. Xi Jing Ping ha dicho que China necesita lograr la "autosuficiencia" tecnológica y el plan estratégico chino 2050 es el eje de gravedad de la intención geopolítica futura inmediata de Pekín.

      Derechos humanos.

Con Xi Jing Pin, los enfrentamientos entre China y Estados Unidos, relacionados con los valores y libertades se han vuelto más frecuentes, incluidos los enfrentamientos por la represión de Pekín contra las protestas a favor de la democracia en Hong Kong y las detenciones masivas de musulmanes uigures en la convulsa región de Xinjiang.

        Liderazgo mundial.

      Los líderes chinos ven signos del declive estadounidense en todas partes y quieren una voz más grande en el liderazgo mundial, por lo tanto buscan asumir un papel más importante en las instituciones dominadas por Occidente y buscan aliados que compartan su frustración frente a los tradicionales alianzas estadounidenses.

     Durante la última década, muchos científicos chinos residentes en Estados Unidos han sido atraídos para regresar al país con la promesa de una amplia financiación, títulos académicos y orgullo nacional. Algunos de ellos, han citado como un factor que incide en esa decisión, un entorno hostil en Estados Unidos.

     La Universidad de Westlake, centro de investigación científico ubicado en la ciudad de Hangzhou, al oriente de China, ha reclutado a muchos talentosos, incluidos algunos que ocuparon cargos docentes en las mejores universidades estadounidenses. Por ejemplo, en agosto de 2021, Westlake anunció varias nuevas contrataciones, incluido un profesor titular de la Universidad Northwestern y otro de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

      Sin embargo, el señor Hu está decidido a quedarse en los Estados Unidos. Hijo de un obrero de una fábrica, Hu creció en una aldea pobre en la provincia de Shandong, ubicada al oriente de China, y su interés por la ciencia comenzó a temprana edad. En la escuela primaria, preparó una radio simple conectando un altavoz con un mineral de desecho a una antena improvisada que colgó de un árbol.

      Después de obtener títulos avanzados en China, dejó el país en 1997 con su esposa y trabajó en varios países antes de obtener un segundo doctorado en física en Canadá. Como lo han hecho inmigrantes antes que él, Hu se mudó a los Estados Unidos en 2013.

     El debate hasta ahora comienza. Son muchas razones de Estado y de predominio geopolítico, moral, económico, militar, de seguridad, comercial, estratégico, académico y diplomático las que  están en juego. El espionaje no es nada nuevo en la humanidad y China es experta en estos asuntos. Que se pruebe o no esta acusación contra Hu o  contra otros docentes chinos que han regresado a su país aduciendo inseguridades, será tarea de las agencias de seguridad y la justicia estadounidense.

     Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     Autor de 40 libros sobre estrategia, geopolítica y defensa nacional

     www.luisvillamarin.com

 

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