Las dos naciones pueden fortalecer sectores clave como la agroindustria, la manufactura y la energía, independientemente de quien llegué al poder.
La candidata a la presidencia de Ecuador por el correismo, Luisa González, y al presidente y candidato a la reelección a la presidencia de Ecuador, Daniel Noboa.
Las relaciones comerciales entre Colombia y Ecuador han demostrado ser una pieza clave en la economía regional, con un intercambio estable y en crecimiento. En 2024, Colombia exportó aproximadamente US$1.900 millones a Ecuador, consolidándose como su séptimo destino más importante.
Si bien las elecciones llevadas a cabo en el país quedaron en un panorama apretado entre Daniel Noboa, actual presidente y que busca reelección y Luisa González, candidata de izquierda y se someterá a una segunda vuelta el próximo 13 de abril, para Colombia se abren nuevas oportunidades para fortalecer este vínculo, especialmente en sectores clave como la agroindustria, la manufactura y la energía.
De acuerdo con Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), en el corto y mediano plazo, es posible aumentar las ventas agroindustriales y manufactureras.
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Esta perspectiva refleja el potencial de ambos países para profundizar sus relaciones comerciales, generando beneficios económicos mutuos. Además, el comercio bilateral no solo se ve como una fuente de ingresos, sino también como un mecanismo para fortalecer la integración regional y mejorar las condiciones de competitividad en ambos mercados.
En materia de sectores, para Díaz, los que pueden impulsar el comercio bilateral incluyen la manufactura, los bienes agroindustriales y la energía. Así mismo, para Andrea Suárez, directora de Asuntos Públicos para LLYC Ecuador, el comercio bilateral ha mostrado un crecimiento moderado a pesar de la inestabilidad política de Ecuador.
Además, destaca el papel crucial de la energía en la relación entre ambos países, especialmente tras la crisis de abastecimiento eléctrico en Ecuador, que en 2024 llegó a generar apagones de hasta 14 horas diarias.
Manufacturas
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“El sentido común nos dice que Noboa debería buscar fortalecer el vínculo con Colombia en ese aspecto, pero en el contexto de una eventual confrontación política entre Petro y Noboa, abrir o cerrar la ‘llave’ de los despachos de energía puede ser una poderosa herramienta de presión”, advierte Suárez.
Otros sectores con alto potencial de crecimiento incluyen la industria textil, el comercio binacional en zonas fronterizas y la pesca, tanto en ríos como en el océano Pacífico. Luis Alberto Villamarín, analista internacional, “la interacción social, política, económica y comercial entre Colombia y Ecuador es muy amplia, especialmente en el departamento de Nariño”, lo que refuerza la necesidad de una cooperación estrecha para fortalecer estos sectores.
Además de los sectores tradicionales, también se deben considerar las oportunidades emergentes en el comercio digital y la tecnología. La transformación digital ha cambiado las dinámicas de mercado, permitiendo que más empresas colombianas y ecuatorianas participen en el comercio electrónico. La implementación de plataformas de pago transfronterizas y la simplificación de trámites aduaneros podrían ser clave para fortalecer esta modalidad de comercio y dinamizar la relación económica entre ambos países.
Las expectativas para el futuro de las relaciones comerciales entre Colombia y Ecuador están marcadas por la necesidad de mantener la estabilidad y el crecimiento del intercambio comercial, independientemente del candidato que asuma la presidencia del país vecino.
Según Javier Díaz “esperamos que la relación comercial bilateral pueda seguir su curso positivo y podamos acelerar el comercio entre ambas naciones, en categorías de productos donde nosotros seamos fuertes y viceversa”.
No obstante, el panorama político podría jugar un papel determinante en esta dinámica. Luis Alberto Villamarín advierte sobre los riesgos de una mayor ideologización de la relación bilateral, “mientras esté Gustavo Petro en el poder, siempre habrá ideologización y conflictividad”. Sin embargo, también destaca que la relación comercial e integración cultural entre ambos países ha sido fuerte durante años y podría seguir fortaleciéndose gracias al sector privado y a las cámaras de comercio.
Ahora bien, para Andrea Suárez, es relevante tener en el radar la posible reelección de Daniel Noboa como presidente y su potencial frente a la nueva administración del estadounidense, Donald Trump. “Algunos factores del comercio entre EE.UU y Colombia, que tendrían impacto negativo para este último, podrían constituirse en una ventana de oportunidad para Ecuador”, indicó.
No obstante, la experta señaló que recientemente, el presidente Noboa ha usado el alza de aranceles como parte del conflicto diplomático con México. En ese sentido, una reelección del mismo, puede que acentúe las diferencias con Petro lo que podría llevar a una situación extrema y afectar las políticas comerciales.
Unión de la Comunidad Andina
Para los expertos, es crucial que las negociaciones comerciales y diplomáticas se mantengan en un plano técnico y alejado de las diferencias políticas entre los gobiernos de ambos países. Según Villamarín, “las relaciones entre los pueblos son más fuertes que las diferencias entre los gobiernos”.
Por esta razón, el comercio funciona como motor de desarrollo y debe ser una prioridad tanto para Colombia como para Ecuador, garantizando que las oportunidades de crecimiento y cooperación no se vean obstaculizadas por coyunturas políticas temporales.
Igualmente, el presidente de Analdex reiteró que al tener Colombia la presidencia pro tempore de la Comunidad Andina, “debemos liderar esas sinergias comerciales internacionales con un socio fundamental para el país. Hay que aprovechar aún más las ventajas arancelarias que ofrece este bloque”.
Comunidad Andina
Sin embargo, desde otro punto de vista, para Andrea Suárez, el rol comercial de la Comunidad Andina ha caído en cuanto a su relevancia por las posturas disímiles entre sus miembros.
“De ganar Luisa González, podría darse un alineamiento de gobiernos de izquierda y proteccionistas en al menos tres de sus países (Ecuador, Colombia y Bolivia). Esto podría llevar a un mayor interés en retomar una visión comercial en bloque en la CAN, con apertura dentro del bloque, pero una postura más cerrada hacia el mundo”, concluyó.