Fuga de Iván Márquez, El paisa, El zarco y Romaña era algo obvio y previsible

Publicado: 2018-09-05   Clicks: 3675

      Análisis del conflicto colombiano

     Pacto Farc-SantosLos graves errores político-estratégicos y geopolíticos cometidos por el presidente Juan Manuel Santos y su equipo negociador con las Farc en Cuba, al aceptar todas las imposiciones en la agenda y los tiempos dictaminadas por los cabecillas del grupo terrorista, comenzaron a hacer metástasis con la burla de las Farc en la supuesta entrega de armas a la ONU, el no retorno a sus hogares de los niños reclutados, la dilatación de la permanencia en las “zonas transitorias” que se convirtieron en permanentes, la poca claridad con las propiedades y recursos financieros, la continuidad en el narcotráfico, la farsa de las supuestas disidencias, el control geopolítico de las comunidades vinculadas al narcotráfico, la estratagema de Ecomún, la continuidad de bandidos armados ahora con legitimación como escoltas pero a órdenes directas de los cabecillas del secretariado, la estratagema de no revelar quienes son los integrantes del Partido Comunista Clandestino y el Movimiento Bolivariano Clandestino, la manipulación de los diálogos con el Eln, y la lista sigue.

     Ante un panorama tan sombrío pero maquillado por la mermelada santista y periodistas de su cohorte, que ahora dicen que hay “fracturas en las Farc”, lo obvio es que los cabecillas que llegaron al Congreso de la República hagan lo que hizo Juan de la Cruz Varela en la década de los años sesenta y después los camaradas Gilberto Vieira y sus compinches, quienes tenían un brazo armado en la ilegalidad y se auto-presentaban como representantes del “campesinado y el pueblo oprimido”, por ende eran abanderados de las “justas luchas populares”. Quien no conoce la historia tiende a repetirla…

     En ese orden de ideas también era obvio que las Farc mediante sus supuestas disidencias continuaran inmersas en el narcotráfico y el terrorismo, pues Timochenko fue muy claro varias veces, al decir que su guerra es por la toma del poder mediante la combinación de formas de lucha y que esta sigue vigente. Que buscan un gobierno de transición hacia el comunismo y que la lucha armada de las Farc es justa, por ende nunca se arrepienten de ser narcos, terroristas, pedófilos, sicarios, autores de miles de abortos, pues desde su lógica siniestra, esa es la guerra que se ha debido evitar dejándoles el país a sus anchas. Y mientras no se lo dejen ellos seguirán en su “lucha” con todas esas aristas oscuras.

     También era obvio que al ser pillados con las manos en la masa, los terroristas recurrirían a múltiples estratagemas que por cierto son reiterativas, pero que por desconocer la historia, nadie se las impide. Tan pronto se tuvo conocimiento de la captura de alias Santrich por narcotráfico, la candidatura de las Farc se retiró de la contienda electoral, y al día siguiente El Guacho asesinó a sangre fría a los tres periodistas ecuatorianos.

    Casi al mismo tiempo Iván Márquez escapó para el Caquetá y allí se reunió con el paisa y otros terroristas, con la casi certeza que se trasladaron para Venezuela a coordinar con el gobierno de Maduro, las acciones a seguir en aras de la “revolución bolivariana”, mientras los camaradas “exfarc” como todavía los denomina la mermelada santista, siguen la labor legitimadora del terrorismo comunista y buscan la resurrección de 10 curules más para ellos.

     Con el asesinato de los tres periodistas, las Farc enviaron el velado mensaje a  Santos que le cobraban su “traición” a la aceptación del vanidoso mandatario frente a todas las imposiciones en la mesa de La Habana, le dañaron el show mediático que pensaba hacer Santos en Lima como el hombre de “la paz y la mano dura”, le bloquearon la fanfarronada de lucir la visita de Donald Trump como un trofeo de su “genialidad estratégica, política y diplomática” , sabotearon la Cumbre de las Américas, opacaron la noticia del rechazo que generó Nicolás Maduro quien no pudo asistir a esa reunión al ser vetado por el gobierno peruano para ingresar a su territorio, y se salieron con la suya, al lograr que los medios de comunicación siguieran inmersos en la estulticia de la paz santista y la insensatez de la supuesta fractura interna de las Farc.

   Cuando comenzaron las conversaciones en La Habana, la mermelada que salía a borbotones de la Casa de Nariño, logró que periodistas “analistas y especialistas” en el conflicto dijeran que las Farc estaban fracturadas, que estaban negociando porque eran una caterva geriátrica cansada de la guerra, que la “línea de Cano” superaba la de los “guerreristas” Márquez y Timo y mil sandeces más.

    Cuando el pueblo colombiano dijo No a las imposiciones de las Farc durante el plebiscito de octubre de 2016, los chorros de mermelada que brotaban del Palacio de Nariño y los mamertos internacionales laurearon a Juan Manuel Santos con un cuestionado Premio Nobel de Paz, las Farc se reunieron en El Caguán a refinar su estrategia y a pesar de que se burlaron de los colombianos con las farsas de la devolución de menores, la entrega de armas, la continuidad en el narcotráfico, la entrega de bienes, etc, los enmermelados periodistas siguieron exaltando la “genialidad santista del pacifismo” y la “voluntad de las tropas de las Farc por la paz”.

     Hoy que Iván Márquez y otros bandidos escaparon de la JEP, principal responsable del escape de estos terroristas, ninguno de los enmermelados periodistas del santismo cuestiona la estulticia del Pacto Farc Santos, sino que recurren a hacer juego a la estratagema fariana, afirmando que hay fracturas internas en las Farc.

    En reiterados escritos hemos sostenido que la ignorancia manifiesta del Plan Estratégico de las Farc, la liviandad de análisis de los medios de comunicación, la corrupción rampante de muchos funcionarios públicos, la poca claridad político-estratégica de sucesivos gobiernos para dirigir la guerra contra el narcoterrorismo comunista, y otras perlas afines, son razones para que las Farc sigan manipulando la opinión pública, mientras que avanzan cualitativamente en sus proyectos.

   Cover El cartel Farc (III)Al ritmo que van las cosas, la violencia se multiplicará, las Farc “legales” impulsarán la protesta social por medio de sus estructuras políticas del Partido Comunista clandestino (que no es tan clandestino) y las “disidencias” seguirán la guerra armada para la toma del poder. Con cara ganan las Farc y con sello pierde Colombia. Así de sencillo.

     Por lo tanto, las presumibles fugas de Iván Márquez, el paisa, el zarco y Romaña indican que el grupo terrorista sigue en lo mismo de siempre: narcotráfico, violencia contra los colombianos, secuestros, nexos con el gobierno chavista de Venezuela, redes políticas clandestinas y en esencia dedicados al desarrollo de su proyecto político totalitario a largo plazo. Y todo eso en gran parte, porque un presidente vanidoso y un grupo de negociadores ineptos en Cuba, jamás entendieron el plan estratégico de las Farc. Más claro no canta un gallo.

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Especialista en geopolítica, defensa nacional y estrategia

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