Una de las paradigmáticas pero poco difundidas maniobras militares de contraterrorismo rural, que por su naturaleza fue emblemática durante la ejecución del Plan Lazo contra la violencia tripartidista de bandoleros comunistas, liberales y conservadores, durante la agitada primera parte de la década de 1960 en Colombia, fue la eliminación de 14 delincuentes encabezados por Federico Arango Fonnegra, quien siguiendo instrucciones del Comité Central del Partido Comunista Colombiano y de la dictadura de los hermanos Castro Ruz desde Cuba, estaba instalando un frente subversivo en límites de los departamentos de Caldas, Boyacá y Antioquia, sobre el eje geoestratégico del río Magdalena.
El objetivo a largo plazo era construir un entorno revolucionario que rodeara la capital de la república y separara cualquier contacto con Medellín.
En septiembre de 1963 un pequeño grupo de bandoleros inducidos por la doctrina marxista-leninista, y encabezados por Federico Arango Fonnegra, que se comprobó recibía dinero y orientación ideológica desde La Habana, inició actividades subversivas en Boyacá, cerca de la Base Aérea de Palanquero.
En una de las acciones criminales iniciales, los delincuentes secuestraron a Germán Mejía Duque un reconocido jurista y dirigente político de la región del Magdalena Medio, y como contraprestación, demandaron el pago de una millonaria suma para dejarlo en libertad. En respuesta, la Compañía 'B'' del Batallón Colombia fue aerotransportada al área, con la misión específica de rescatar al secuestrado y eliminar cualquier resistencia armada de los bandoleros.
El 16 de septiembre de 1963, dos patrullas móviles, infiltradas en helicóptero hasta la zona donde ocurrió el secuestro, libraron combates fugaces con la cuadrilla. El uso eficaz de inteligencia de combate en el sector, quedó demostrado en la habilidad de la Compañía “B” al cercar la zona y, al día siguiente, efectuar un minucioso registro del área donde delinquía la cuadrilla.
Identificado plenamente el objetivo, a las 7 de la mañana una patrulla desembarcó desde helicópteros sobre la guarida de la cuadrilla procubana y rescató ileso a Mejía Duque, al mismo tiempo que dio de baja a 14 secuestradores, entre ellos su cabecilla Federico Arango Fonnegra. Por su parte, la Compañía 'B'' no perdió ninguno de sus hombres, ni tuvo heridos.
Como resultado del arrasador combate, se incautaron 14 armas largas y 3.000 cartuchos de diferentes calibres. También fueron hallados 400 volúmenes de literatura castrista sobre actividades revolucionarias campesinas, 50 artefactos explosivos sofisticados, que según los peritos, estaban más allá de la capacidad para emplearlos por parte de bandoleros comunes y corrientes. En el lugar, tambien fueron decomisados varios uniformes camuflados de uso privativo del Ejército Nacional y medicamentos avaluados en tres mil dólares.
El espectacular rescate del secuestrado, unido a la comprobación de que la dictadura cubana dirigía un grupo terrorista en Colombia, logró una reacción favorable hacia las Fuerzas Armadas en la mayoría de los sectores de opinión, y multiplicó en el territorio nacional, la imagen de eficiencia del Plan Lazo. Su gestor, el general Alberto Ruiz Novoa, era una celebridad internacional para la época.
Naturalmente, los jefes del Partido Comunista criticaron abiertamente esta acción, negaron cualquier nexo con los bandoleros abatidos, pero guardaron silencio cuando el Ejército eliminó a ''Avenegra II' cerca de Ataco (Tolima); y a Arcadio Ruiz Restrepo alias ''Ceniza'' cerca de Palmira, bandoleros de filiación conservadora, quienes eran señalados por la propaganda del Partido Comunista como agentes del gobierno Valencia.
Esta es la verdadera historia del conflicto, que por infortunio para Colombia, no publican los entes financiados con dineros de los colombianos.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Autor de 38 libros sobre geopolítica, estrategia y defensa nacional