Ya comenzamos el genocidio judicial contra las Fuerzas Armadas de Colombia

Publicado: 2013-01-12   Clicks: 2930

 

     Escrito por Annette Tebbman desde Alemania para Colombia

     Como estamos ocupados con las circunstancias políticas que giran alrededor de grandes palabras como la paz y los derechos humanos, parece ser que no nos hemos ocupado de loshechos en si mismos, porque de ser así, ya nos hubieramos dado cuenta de que son solo palabras.

     El significado  de la paz solo puede tener el alcance colectivo de una tranquilidad posible para todos. O por lo menos, el camino hacia esta condición. Me dicen que el gobierno está buscándola. Me cuentan que existe ese buen camino.

     La prensa ya ha adoptado ese camino, sacando a casi todos los críticos. Es simple, porque no conviene molestar este desarollo. Y como nadie está interesado en el significado de las palabras de la crítica, es claro que la prensa ni siquiera quiere pensar sobre opiniones y hechos. Son las palabras que molestan este dibujo iluso.

     Queremos paz y si para lograrla se necesita sacrificar algo, con mucho gusto lo haremos. Empezaremos con los criticos, porque en eso tenemos la ayuda del gobierno. No hay nada mejor que eso, para alcanzar un propósito similar.

      Pero el peor factor perturbador  es la Fuerza Pública. Nunca intentaron un golpe del Estado. Maldita sea! por esa razón no fue posible derrotarlos en ese momento. Era necesario encontrar otro camino para desmoralizar las tropas.

     Por ende, quien tiene un norte encuentra un camino.

      Gracias a Dios tenemos la justicia. Y sobre todo esa también es una palabra muy grande. Todo el mundo está clamando justicia. Paso a paso pudimos poner en practica una idea genial, descrita así:

     Lo importante era calmar a los verdugos, sin tocarlos. De ninguna manera. Eran pobres, sin educacion y ya en épocas anteriores tuvieron un poco la razón con todo eso de la desigualdad, o las diferencias sociales. Y como tenemos nuestros sueldos y el poder político, todo está bien y sigue siendo así. Ahora les mostramos que hacemos algo por ellos. Derrotamos sus grandes enemigos, las Fuerzas Armadas.

     Podemos contar con su conducta democrática, la historia ya lo nos ha demonstado que se comportan así. No hay nada que perder, simplemente los militares no pueden defenderse.

     Y sobre todo tenemos que contar con el consentimiento de la comunidad internacional. Todos tienen miedo de que alguien pueda acusarlos de estar al lado de algo que implica agresion estatal. La historia está llena de ejemplos terribles. Los países tienen una carga histórica pesada. Eso nos sirve. Y bueno, también es la oportunidad  perfecta, para limpiar nuestra misma historia.

     Paso a paso en conformidad con esta idea genial tenemos encarcelados a los militares del Palacio de Justicia. Podemos confesar que si nuestra justicia no fue tan perfecta, por eso las sentencias se contradicen entre si mismas, pero debemos aprender de eso. Al fin y al cabo tenemos el apoyo de los guerrilleros, que son muy inventivos. Siempre lo fueron. Grandioso, ya tenemos uno de ellos en la Alcaldía Mayor de Bogotá. Parece que la estrategia funciona.

     También resultó muy efectivo lo de Mapiripán. Con la complicidad de palabras grandes como derechos humanos, superamos un momento muy critico , gracias a la ayuda de la comisión que utiliza estas palabras grandes en su nombre de institucion. Vea, el plan está funcionando.

     La reciente sentencia contra el sargento Guarnizo sirve para nuestros propósitos. Después del caso de Sigifredo Lopez, que por suerte pudimos cambiar el desfase de esta barbaridad, y en un momento maravilloso para nuestra justicia colombiana.

    Aprendimos de este caso que las cosas no funcionan así, sino que para condenar inocentes, es mejor que sean militares o policías. Lo mejor fue que nos disculparíamos oficialmente. Todo el mundo ahora sabe que tenemos una justicia grande, que incluso es capaz de confirmar un error. Así tal vez no sea tan mala.

    Pero ahora tenemos un nuevo caso enorme. De nuevo podemos demostrar al mundo que somos capaces de hacer justicia. Cueste lo que cueste. No importa que  sea un ex secuestrado. Para nada. Si los ex paras se han unido a nuestro camino, no hay nada mejor que eso.

     Con ellos ajuntamos  una cantidad de testimonios que sirven todo el tiempo. Además, que el mundo entiende que no tenemos porqué verificar todos los testimonios, debido a la gran cantidad !Ya dijimos: Hay prioridades!

    Con este caso también podemos demostrar a Human Rights Watch que el fuero militar no es para la impunidad. El sargento Guarnizo es condenado, y dejamos que pelée unos años. Dada la lentitud de nuestro aparato judicial, condenar a un inocente no es cosa del otro mundo.

     Mientras tanto seguramente vendrán otras acusaciones, por los paras encarcelados ansiosos de rebajar sus penas, que por lo menos sirven para eso. Y que buena surpresa, los paramilitares ya se han aliado con los que anteriormente fueron sus enemigos. ¿No es una especie de paz?

     Pero ojo! Debemos tener  cuidado para que no se equivoquen con los datos de nuevo, porque no podemos condenar al sargento  por algo que haya sucedido mientras él estuvo secuestrado.

    Así, asustar a la gente con inseguridad es algo muy efectivo. En particular,  porque tenemos una justicia que asegura que no hay necesidad de que las  Farc deben de trabajar  desde la selva. Podemos hacerlo mejor así, es mas efectivo.

   Corrompemos un poco mas nuestra economía y nos establecemos en el extranjero. Y trabajo cumplido.

     Lo mejor del asunto, es que nadie está preguntando por los derechos humanos de los militares. La discusión sobre los derechos jurídicos fue muy contraproductiva. No queremos mas presión desde la comunidad internacional. !Que mas faltaba!

    El genocidio jurídico de los soldados será lo primero que nadie se atreverá a denunciar, por temor a ser denunciado como cómplice. Quienes ya lo hicieron son derechistas o uribistas. Todo el mundo lo sabe. Todos ellos caerán con su querido expresidente, a quien vamos a acusar con vehemencia.  Es lo que sigue.

    Que bueno que en el mundo casi nadie sabe mucho acerca de Colombia. Ni siquiera hay quien se interese por hacerlo. Que suerte nuestra complejidad. Si dentro de cien años todavía existe el planeta, tal vez alguien escribirá sobre nuestro autogol como nueva forma del Estado democrático con justicia dictatorial.

     No es un cuento para una buena noche, es una pesadilla hecha realidad.

 

    Post data:

    Quienes queremos la paz integral no como palabra sino en su verdadero significado, debemos ser conscientes que cuando encontramos una injusticia, estamos obligados a denunciarla a tiempo.

     O si no, el silencio será un acto de omision y nos hará complices. Tal vez no necesariamente en el sentido legal, pero ante la historia y ante la conciencia colectiva, ante ella todos tenemos una responsabilidad.

    El silencio fue, es y siempre será la razón para que las injusticias sigan siendo así.

    Todos quienes hoy día enfrentan una acusación o sentencia inocentemente son el espejo de una justicia que en parte actúaa en contra de su propia tarea. La justicia no sirve si no cumple lo que su nombre prometa.

Annette Teßmann

Belín Alemania Enero de 2013

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