Incautación estadounidense de tercer tanquero preludio de la recta final de la caída de Maduro y de tensiones mayores con China

Por Luis Alberto Villamarín Pulido

    Para ningún conocedor de la geopolítica mundial es secreto que el 20 por ciento del petróleo que comercializa en el mundo, es transportado por las llamadas "flotas fantasmas" que mediante diversas argucias eluden sanciones internacionales, con énfasis en las trapaceras conductas de Rusia, Irán y Venezuela. Y que esa actividad criminal podría ser la chispa que incendie la pradera.

    En las últimas semanas el mundo ha tenido noticias casi en tiempo real, de acciones punitivas de Estados Unidos contra esos tanqueros. Las consecuencias son impredecibles.

Aunque risegosa, está necesaria medida, que, por demás, estaba retardada en implementarse y sostenerse en el tiempo.

A priori, se inferiría que la narcodictadura de Maduro, estaría entrando en la recta final, y que una obvia rebelión interna está por desatarse para alegría de la difusa oposición, y para regocijo temporal de los venezolanos.

Cómo todas las revoluciones y/o acciones de armas, después de la tempestad de la fuerza, la coacción y las presiones sicológicas, vienen los ajustes geopolíticos, que requieren mucha más estrategia y tino, es decir la calma de las mentes de estadistas, para reorientar los pueblos y las nuevas tensiones, que sine qua non surgen.

Se decanta la realidad.

 Habida cuenta que Venezuela está polarizada, que la oposición carece de liderazgo estratégico subsumido en el activismo mediático de la valerosa María Corina, en la práctica miles de delincuentes armados por el régimen, e instigados por la mafia en derrota, podrían desatar un derramamiento de sangre.

La obligación intrínseca de la Casa Blanca sería entonces, encabezar la reconstrucción de Venezuela. Ni es sencillo ni se consolida de un estirón.

China está comenzando a ser afectada tanto en el acopio de las necesarias reservas de su plan estratégico 2050, como en su ansiada proyección de la ruta de la seda sobre Latinoamérica.

En consecuencia, en breve habrá discursos altisonantes desde Pekín y Washington, y si por alguna razón Estados Unidos se viera obligado a actuar militarmente contra el narco-régimen venezolano, China tendría patente de corso para atacar a Taiwán.

Y por extensión Rusia que es la cabeza del cartel petrolero ilegal de los tanques fantasmas en el mercado negro, atacaría con mayor depredación a Ucrania, podría agredir a Europa del Este y desfilar abiertamente a Estados Unidos y la Otan.

Síntesis: La desgracia del narco chavismo en Venezuela está incentivando  impredecibles crisis geopolíticas, que van desde la ingobernabilidad actual e inmediata con consecuente violencia interna en Venezuela, hasta impredecibles tensiones entre Estados Unidos y China, de las cuales es actor directamente Rusia y lo que sucede en Ucrania.

Haber dejado crecer los problemas que hoy tienen la paz del mundo en vilo, fue y sigue siendo un error político gravísimo de Estados Unidos.

Por ende, las necesarias medidas contra los tanqueros fantasmas, podrían desencadenar una hecatombe.