Por Luis Alberto Villamarin Pulido
Han corrido mares de tinta o análisis de video y audio en medios de comunicación internacional y redes sociales, tratando de hallar puntos de concreción a las declaraciones mutuas de los mandatarios de Estados Unidos y Rusia, al cabo de la publicitada reunión en Alaska.
Muchas especulaciones, suposiciones y hasta intenciones de adivinar que se pudo haber dicho entre líneas en dos semidiscursos políticos sin preguntas de los periodistas, por lo tanto, tal vez sea necesario ir a lo fundamental para comprender o mejor iniciar a comprender la realidad.
1. Ganador absoluto Putin. De ser el jefe de un Estado responsable de violar el derecho internacional invadiendo otro Estado soberano y de haber cohonestado miles de crimenes de guerra, razón por la cual pesa sobre el una orden de captura internacional, por obra y gracia de una maniobra estratégica, Putin pasó a ser el estadista que se sitúa de tu a tu con el mandatario más poderoso del planeta.
2. Ucrania quedó dependiendo de Europa y a su vez la seguridad de Europa dependiendo de su propia capacidad. Dígase lo que se diga cada día que pasa, la Otan como existía hasta antes de la invasión de Rusia y se ha mantenido parcialmente hasta ahora, en breve dependerá de una Eurotan.
3. Contrario a sensu a la pretendida intención de poner a Estados Unidos a la cabeza del mundo libre,tal vez estas conductas la separen de sus aliados, y en el fortuito cambiar de los tiempos (parafraseando a Desiderata), la cuenta de cobro a la Casa Blanca podría resultar costosa.
4. El.mensaje es preocupante para los tradicionales aliados de la Casa Blanca y el Pentágono, por qué corroboran en el ambiente que como diría Harry Trumman, la política exterior de Estados Unidos es la no política.
5. Entretanto en Pekin de fiesta, porque sin mover un dedo miran como se desgastan sus competidores. Obviamente Xi Jing Pin elaborando y refinando planes para pegar el zarpazo.
Compleja realidad, que diferente a las especulaciones naturales de adivinos y especialistas, pueden conducir a un proceso de guerra mayor, cuándo ya sea tarde para reversar lo que está en curso.