¿Está Guillermo Botero preparado para ejercer el Ministerio de Defensa?

Publicado: 2018-07-18   Clicks: 3955

   Análisis del conflicto colombiano

    Que Guillermo Botero tiene talla ministerial, quizás sea cierto a juzgar por su hoja de vida. Y tal vez esté bien preparado para ejercer la cartera de Comercio, que es su especialidad. La experiencia acumulada en la historia enseña que los zapateros hacen zapatos, los médicos practican cirugías y los militares dirigen las operaciones de defensa y seguridad nacional.

    El nombramiento de Guillermo Botero como primer ministro de Defensa del gobierno Duque no cayó muy bien entre militares activos y retirados. Los primeros no hablan por disciplina y los segundos parecen agotados de tanto manoseo y malos manejos de esta cartera por parte de todos los presidentes desde César Gaviria hasta la fecha.

    Pacto Farc-SantosTodo parece indicar que ni el Centro Democrático, ni el mismo presidente Iván Duque han entendido que la guerra en Colombia no se ha acabado, que las Farc están desarrollando su plan estratégico a la perfección, que la paz y la supuesta desmovilización de las Farc es un símil al cuento de Alicia en el país de las maravillas… Y todo esto porque, con muy pocas pero muy pocas excepciones, entre la dirigencia política y gremial de Colombia, es desconocido el plan estratégico de las Farc y sus alcances.

   En consecuencia, se cumple al dedillo la conclusión del general chino Sun Tzu, que lo necesario no es destruir al enemigo sino su estrategia. Un escenario lógico es no mirar el espejo retrovisor para hacer política cuando se está en el cargo, pero otro más práctico y más lógico es ver y comprender, que ninguno de los ministros de defensa civiles en Colombia ha sido apropiado para el cargo. Desde Rafael Pardo Rueda en 1991 hasta Luis Carlos Villegas. Sin excepción. Prueba de ello es que la guerra se ha dilatado, la corrupción ha permeado las instituciones y los terroristas han impuesto condiciones político-estratégicas, con su principal combustible disparado: El narcotráfico.

    Por desgracia para Colombia, todos los presidentes desde 1990 hasta 2018, sin excepción, han nombrado a personas con capacidades y perfiles aptos o para otras carteras o para otros cargos de menor menor importancia. Y parece que Duque cayó en la misma maraña, al escoger a Guillermo Botero como una posible cuota burocrática del partido Conservador y los pactos que al parecer tuvo que hacer con Martha Lucía Ramírez.

    Hay un enorme boquerón del novelón autopropagandístico de Santos con la paz positiva según la cual dizque las Farc se desarmaron, a la realidad que se vive en las fronteras, las zonas cocaleras, los emporios de la minería ilegal, el crimen organizado, el narcotráfico etc.

    Eso en términos de estrategia y geopolítica se llama guerra. Si así de duro pero de real se define como guerra revolucionaria marxista-leninista. Si, Colombia sigue en guerra, porque las Farc lograron lo que hace un lustro era improbable: tener representación legal en el parlamento y cuadrillas armadas con milicianos dedicados a organizar la base popular disfrazadas de "disidencias", donde para remate el Estado les legitimó las cooperativas Ecomún y otros embelecos comunistas con el cuento de pacificar los espíritus y aclimatar paz con convivencia.

   Por lo tanto, para ganar una guerra irregular subversiva como la que pervive en Colombia, se necesitan estrategas forjados al calor del combate, del conocimiento de la etiología del conflicto y de la dinámica de la agresión comunista armada, de la comprensión del plan estratégico del adversario, de su capacidad de mayor probable adopción, de los objetivos en juego y mucho más.

    Por obvia deducción, eso no está ni en la agenda ni en la mente, ni en las capacidades de un especialista en comercio, por el solo hecho de que es cuota de un pacto político. Asi como un militar encararía complicaciones al ser nombrado como ministro de comercio, es obvio que un especialista en comercio, neófito en temas de defensa nacional y el escenario operacional de un cargo que le llega en paracaídas, bisoño en temas de estrategia, defensa nacional, geopolítica, geoestrategia y altas responsabilidades del Estado, no encajará en lo que necesita Colombia y el liderazgo institucional que requieren las tropas.

    La naturaleza de la guerra que vive el país y el ADN de las instituciones militares han sacado a flote, que era necesario replantear el enfoque de la seguridad nacional, luego de siete periodos presidenciales en los que se han nombrado ministros civiles impreparados en Defensa Nacional, a personas que ni siquiera prestaron servicio militar, con la circunstancia agravante que además de entrar sin conocer del tema han salido del cargo sin haber aprendido mucho al respecto.

    Sin embargo, por la facilidad y la liviandad del análisis periodístico y la escasez de profundidad académica al respecto, estos personajes son exaltados sin méritos, y terminan rotando por cargos públicos como si su ineptitud fuera requisito para apoltronarse a pelechar del erario colombiano.

    El desastroso paso por el ministerio de Defensa por parte de Luis Carlos Villegas, marcó un hito de la necesidad de nombrar a la cabeza de la cartera a un estratega, un líder, un conocedor del problema, una persona con carisma y ascendencia dentro de las tropas. Todo eso para no prolongar más el absurdo desangre fratricida y enfocar la defensa nacional por donde debe ser. No por donde quieren los comunistas armados y desarmados, porque eso significa que son ellos quienes imponen la iniciativa, los tiempos y las agendas.

    Pero por lo sucedido, se nota que a Duque y sus asesores pensaron en cumplir una cuota al conservatismo, partido que con contadas excepciones durante ocho años del mandato Santos demostró en el congreso más afecto por la mermelada que por los postulados ideológicos que les legó Mariano Ospina Rodríguez a mediados del siglo XIX.

     Reiteramos. Quizás Guillermo Botero tiene perfil ministerial y talvez donde mejor se desempeñe como miembro del gabinete Duque, es en la cartera de Comercio. Pero otro escenario es buscar soluciones político-estratégicas para resolver una guerra, en la que se juega el futuro del país y evitar el riesgo de que las Farc y sus comisarios políticos se sigan saliendo con la suya.

    En síntesis, señores Iván Duque y Guillermo Botero, quedan invitados a que lean y analicen el libro titulado In Retrospect escrito por Robert Mc Namara quien fue nombrado por John Fitzgerald Kennedy como Secretario de Defensa para representar  políticamente a las tropas durante la guerra del Vietnam.

     En más de 300 páginas, Mc Námara que venía del sector comercial e industrial como gerente general  o presidente de la compañía automotriz Ford, desnuda su alma y reconoce con sonrojo, que la guerra deben conducirla quienes la conocen y quienes están preparados para eso. En alguna parte del texto compara, que no se puede cometer el error de nombrar a un abogado para que dirija una investigación en curso de la Nasa, sobre la composición física y química de los asteroides.

     Colombia ha soportado una larga guerra que por la dinámica de los errores de la administración Santos tiende a ir in crescendo otra vez. Si para ocupar el cargo en una empresa comercial e industrial se escoge a personas con perfil que incluye experiencia en cargos similares o conexos, ¿cuál es la razón para que la defensa nacional sea dirigida por un experto en comercio?, es decir una persona que de seguro hecha la analogía, no se acomodaría al perfil  de la escala de cargos en una empresa.

    A ese ritmo, lo más probable es que habrá más de lo mismo en el próximo periodo, que las Farc y el Eln seguirán en desarrollo de su plan estratégico, que la “oposición” avarienta de atrapar el poder para sus intereses personales seguirá los consuetudinarios ataques, que desde Venezuela Maduro seguirá en complicidad con los terroristas y la lista sigue.

     Preguntas finales:

    Señor Iván Duque: ¿Nombró usted a Guillermo Botero para ganar la guerra y conquistar la paz, para prolongarla, para satisfacer los pactos personales con Martha Lucía, o para qué?

    Señor Guillermo Botero: ¿Acepta usted el cargo de ministro de Defensa para ganar la guerra al terrorismo, para cumplir una cuota de su partido, para satisfacer su ego, o para qué?

   Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

   www.luisvillamarín.com

   Autor de 35 libros 

 

 

 

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