El presidente argentino reza por un milagro en las elecciones de hoy

Publicado: 2021-11-15   Clicks: 289

El presidente argentino reza por un milagro en las elecciones de hoy

 noviembre 15, 2021  Fundacion Excelencia Liderazgo & Transformacion 0 View  0 Comments Argentinaeleccionesgeopolítcakirchnerismoluis villamarinMacripopulismoEdit Edit with WPBakery Page Builder

 Argentina vivirá unas legislativas donde la gestión de Alberto Fernández está a prueba.

Alberto Fernández

El Gobierno Fernández llega a estas elecciones luego de la debacle que sufrió en las primarias.

Foto: Juan Ignacio Roncoroni. EFE

      Por: Stephany echavarría

       14 de noviembre 2021

El mal manejo de la economía y de la pandemia, los episodios de corrupción que privilegiaron a la clase política y los altos índices de inflación y pobreza que registra Argentina se convierten hoy en los principales motivos que impulsarán a gran parte del electorado cuando acuda a las urnas para las elecciones legislativas de medio término que, más que definir la mitad de la Cámara Baja y un tercio del total de los senadores, se proyectan como un ‘referendo’ sobre la gobernabilidad del presidente Alberto Fernández y de paso de su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

      Esta es una prueba de fuego para lo que le resta de gestión al mandatario y sus aspiraciones de reelección al ser los primeros comicios legislativos desde que asumió como presidente en diciembre de 2019. Sin embargo, el panorama pinta difícil para el líder peronista, que llega a la contienda tras los malos resultados cosechados por el oficialismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) de septiembre pasado, donde la coalición gobernante cayó en la mayoría de las provincias, incluidas las más grandes, desatando una crisis interna entre el gobernante y su vicepresidenta. 

      La fórmula Fernández-Kirchner sabe que si se repiten esos resultados hoy, sería la primera vez desde la vuelta a la democracia en 1983 que el peronismo perdería la mayoría en el Senado.

       “El presidente llega a esta contienda electoral de una manera similar a la que llegó a las Paso, pero con un ingrediente adicional: su derrota, que le cayó como un balde de agua fría”, dice el analista político Juan Negri.

       Una vez más, el fantasma del mal manejo económico está a la orden del día (…) El reto será cómo terminar el Gobierno sin que haya una hecatombe 

       “Todo apunta a que el Gobierno tiene serias posibilidades de perder, y como las elecciones tienen un tinte mucho más político, una derrota electoral de Fernández equivaldría a que la mayor parte de la población desaprueba su gestión, poniéndolo en una situación crítica para la carrera presidencial de 2023 y a Juntos por el Cambio, principal coalición opositora, en ventaja para estos comicios”, explica el académico Matías Franchini.

     Y es que la cita electoral se da en medio de la recesión que arrastra el país desde 2018 y que tiene a los argentinos estremecidos por una inflación del 40 por ciento en lo que va del año, una de las más altas del mundo, y con la necesidad de hallar soluciones urgentes para enfrentar la pobreza que alcanza al 40 por ciento de los 45 millones de habitantes.

     Ante el escabroso escenario de septiembre, Cristina Fernández expuso su poderío y en una lucha de fuerzas obligó al presidente a renovar parte de su gabinete y a anunciar una serie de medidas especialmente vinculadas con lo económico, como un aumento del salario mínimo y el congelamiento de precios durante tres meses para 1.500 artículos de la canasta básica, además de ayudas sociales. Medidas que, según los analistas, son de corte temporal y poco eficaces para hacerles cambiar de parecer a los votantes.

     “Si bien el Gobierno adoptó un enfoque económico heterodoxo y de corto plazo como un medio para retratar una situación económica más favorable para los electores, aún no está claro hasta qué punto esto le funcionó, por lo que el presidente llega a las elecciones bajo una presión significativa, incluso por parte de miembros de su propio grupo político”, señala Gabriel Brasil, analista de Control Risks en el Cono Sur.

       En ese sentido, Fernández, a quien todavía le quedan dos años por delante para consolidar la incipiente recuperación económica y de paso intentar pujar por una cada vez más lejana reelección, enfrenta una mareada de hogueras políticas que pueden terminar en una rotunda quemada.

      “Si el peronismo sufre una derrota aún más decepcionante que la de las Paso, es probable que veamos más conflictos dentro de la coalición gobernante en los próximos meses. La vicepresidenta ya ha mostrado su voluntad de presionar a Fernández, incluso públicamente, para que gane más control sobre la formulación de políticas, expandiendo su influencia a los asuntos económicos, de los que se había mantenido algo distante en los dos primeros años de la administración”, destaca Brasil.

      Una presión peligrosa para un país que busca un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que reemplace el stand-by por 44.000 millones de dólares de 2018 y cuyos vencimientos de capital por más de 19.000 millones comienzan en 2022.

       “Si como lo indican los sondeos el Gobierno pierde hoy, uno de los grandes interrogantes es qué hará Cristina. Ella tiene dos opciones: radicalizarse y tomar las riendas del Gobierno, lo que implicaría una corrida cambiaria, la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el FMI y, por supuesto, mayores índices de inestabilidad, o tratar de negociar internamente, lo que puede desembocar en un acuerdo lo suficientemente frágil como para ser duramente criticado por ambos lados”, afirma Negri.

       Ahora bien, si la fórmula de estos meses le funciona al peronismo y obtiene unos resultados positivos, por lo menos en el corto plazo, el presidente tendría un alivio. “Eso le daría algo de tiempo para mostrar mejores resultados económicos”, dice Brasil.

      Puja de la oposición

       La oposición, en tanto, apuesta a recuperar los votos perdidos en 2019, cuando el expresidente Mauricio Macri cayó derrotado ante Alberto Fernández, y recuperar así la iniciativa política de cara a las presidenciales de 2023.

       “Argentina enfrenta unos años muy difíciles donde si bien no va a haber un colapso total de la economía, tampoco va a haber una recuperación sustancial, lo que va a arrastrar esta crisis hasta el 2023, donde creo que las posibilidades de Juntos por el Cambio, con el alcalde de Buenos Aires, Horacio Larreta, a la cabeza, se multiplicarán”, considera Franchini al advertir que “dependiendo del nivel de pelea o de concordia entre Alberto y Cristina, el resultado de hoy puede terminar en una tragedia económica profunda”.

      Justamente, el aterrador panorama de tener que enfrentar una crisis económica como la de inicios del milenio le abrió las puertas a la banca ultraconservadora que por primera vez desde 1983 está a puertas de lograr un asiento legislativo con el economista de extrema derecha Javier Milei.

      El fortín electoral del candidato a diputado por Buenos Aires está en los jóvenes hastiados del peronismo y del macrismo que le alaban su discurso antisistema.

      Para el politólogo Julio Burdman, una clave que explica el buen desempeño de Milei, más allá del uso masivo que hace de las redes sociales, es que “logró algunos mensajes que conectaron con la problemática de los jóvenes en la actualidad”.

       Según un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina, 18,9 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 34 años estaban desocupados a finales del 2020, un porcentaje que contrasta con el 12,1 por ciento de paro registrado entre los adultos de 35 a 59 años.

      Asimismo, el índice de pobreza general se ubicó en el 40,6 % en el primer semestre de este año, saltando hasta el 48,5 por ciento entre la población de 15 y 29 años, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Así las cosas, el primer pulso electoral para las presidenciales del 2023 se definirá hoy con un rotundo castigo al oficialismo que catapulte a la oposición o un menguado alivio que, por lo menos, evite una crisis económica más aguda.

       “La resiliencia popular tiene límites y quienes han sido leales al kirchnerismo podrían cambiar de rumbo. Una vez más, el fantasma del mal manejo económico está a la orden del día y se asoma como un riesgo de explosión del abigarrado polvorín social. El reto será cómo terminar el gobierno sin que haya una hecatombe”, sentencia el analista en asuntos estratégicos Luis Alberto Villamarín Pulido.

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