Confirmación de la muerte de Iván Márquez importante golpe a los planes Maduro-Petro

Publicado: 2022-07-03   Clicks: 2926

En vendetta entre narcos, cayó Iván Márquez     

         Al final de la misma semana en que el dirigente comunista Iván Cepeda pidió que el terrorista alias Iván Márquez volviera al espectáculo mediático de negociaciones de paz, que tienen montado Petro, Maduro, la dictadura cubana, y los cómplices de los terroristas con el Eln y las supuestas disidencias de las Farc, la revista Semana que siempre ha acertado y ha sido 100% exacta en las informaciones acerca de la muerte de otros terroristas de las Farc escondidos en Venezuela, anunció la muerte del capo de capos pura sangre comunista, en medio de una prolongada vendetta entre bandidos.

       Era el final que se esperaba de la nefasta existencia de un delincuente que causó mucho daño a los colombianos y a quienes fueron sus víctimas. Con un inenarrable prontuario criminal, alias Iván Márquez cargaba a cuestas miles de asesinatos de campesinos, de secuestrados, de compinches en sus cuadrillas, de militares y policías y de adversarios políticos.

       Muy visible siempre, pero erróneamente opacado en los medios por la crueldad y la agresividad del Mono Jojoy, o la habilidad histriónica de Raúl Reyes, sin duda Iván Márquez era el más estratega de los capos del cartel de las Farc. Habilidoso negociador político, sin escrúpulos para ordenar todo tipo de atrocidades, y con amplios contactos de tentáculos internacionales para traficar narcóticos, comprar armas o legitimar desde instancias extremistas de izquierda la violencia terrorista de las Farc, Iván Márquez fue la estrella del terrorismo comunista en Caracas-Tlaxcala, el Caguán y La Habana.

      Con marrullas y fingidas bonhomías. Iván Márquez arrodilló en Cuba al livianito equipo negociador de la administración Santos-Calderón. Les impuso la agenda, los tiempos, los ritmos y la redacción del farragoso pasquín de 310 páginas. Mientras tanto, estaba desarrollando el plan estratégico en lo atinente a las supuestas disidencias que llamarían la “Segunda Marquetalia” sin parar el narcotráfico, mientras sería senador.

        Pero la caída en manos de la justicia del narcotraficante Jesús Santrich y las pruebas que lo vinculaban, forzaron a Iván Márquez a abortar parte de la estratagema preconcebida por el Secretariado y los ahora “honorables congresistas” e irse para Venezuela, antes de haber desarrollado metodológicamente la reconstrucción secreta de las estructuras terroristas como lo habían previsto todos los capos.

        De remate el afán del enriquecimiento ilícito de otros de sus compinches generó algunas escisiones en las supuestas disidencias, al extremo que terminaron matándose en una vendetta de narcos propia de cualquier cartel de bandidos mafiosos. Así fueron cayendo uno a uno, el loco Iván, Santrich, el paisa, Romaña y Gentil Duarte, quien acababa de escribir una diciente carta a los “capos congresistas” reclamándoles oro que tienen en Cuba, misiles antiaéreos en Bogotá y dinero de envíos de cocaína al exterior.

       Así como cayeron sucesivamente los capos de la Segunda Marquetalia, tenía que llegar el final de Iván Márquez. No tenía otra opción. Como Pablo Escobar, como el Mono Jojoy, y como tantos otros narcotraficantes.

       No faltarán las especulaciones. Se dirá que fueron mercenarios internacionales, que fue la CIA, que fueron tropas colombianas, que fueron las disidencias de Gentil Duarte, que fue el Eln, que fue la guardia venezolana en un ajuste de cuentas, que fueron los mal llamados paramilitares, que fueron otros narcos, etc, etc. Lo cierto es que Iván Márquez ya no causará mas terror ni daños a los colombianos.

        Por ende, Maduro y Petro que con el cuento chino del gran diálogo ya tienen a sus expensas a muchos cómplices y a muchos idiotas útiles, se ven obligados a reevaluar el show publicitario de la paz, coincidencialmente iniciados esta semana con la presentación del sesgado informe de la por siempre cuestionada comisión del “cura” de Roux.

         Gana Colombia en el campo de la seguridad y la tranquilidad de quienes fueron víctimas de Iván Márquez, pero eso no significa ni que se acabe la Segunda Marquetalia, ni que los “camaradas comunes” se detengan o suspendan las componendas para continuar en el congreso y con brazo armado, ni que Petro vaya a suspender su interés e intención de la constituyente para destrozar las actuales Fuerzas Militares y de Policía.

       La muerte de Iván Márquez es un hecho que produce efectos tácticos con algunas connotaciones estratégicas, pero no bloquea del todo la siniestra intención de “paz, constituyente y deconstrucción de la seguridad nacional” que tienen en mente Petro y sus conciliábulos.

        Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

         Autor de 40 libros de gepolítica, estrategia y defensa nacional

         www.luisvillamarin.com

 

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