Nuevo ministro de Defensa debe tener el perfil para ese cargo.

Publicado: 2021-01-28   Clicks: 2062

      Estrategia y defensa nacional

     Tras el deceso de Carlos Holmes Trujillo con las sentidas condolencias a sus seres queridos, pasados los honores de Estado, y dejando atrás la tormenta mediática por el error del presidente Duque, al considerarlo un colombiano mas importante que las otras infortunadas 52.000 víctimas del Covid 19, queda sobre el tapete de la vida política nacional, la pregunta ¿Quién es el próximo ministro de Defensa? Y del cercado propio le agregamos: ¿cuál es el perfil del ministro de Defensa que necesita el país?

     Tiene la oportunidad el presidente Duque, de romper la poco favorable para el país “política de gobierno” de nombrar en ese cargo a neófitos, desconocedores y oportunistas en busca de trampolines presidenciales; características comunes en casi todos los grises funcionarios que han ocupado esa cartera, desde Pardo Rueda hasta Trujillo García. Todos ellos han sido “buenas personas” pero no estrategas, ni doctos en sensibles temas de geopolítica, defensa nacional, estrategia, arte operacional, y mucho menos conocedores de los planes estratégicos de los grupos narcoterroristas, o las amenazas exteriores contra la seguridad nacional.

      Sin excepción, todos los ministros de Defensa civiles desde 1991 en adelante, han sido profesionales con perfiles para ocupar cargos públicos o privados, en otros campos completamente diferentes a la defensa nacional. Por desgracia, todos sin excepción han aprovechado el “palomazo” para hacerse notorios ante los medios de comunicación sin importar la sangre de los soldados y policías que mueren para sostenerlos en ese puesto, “chicanear” autooatribuirse inexistentes genialidades estratégicas con los éxitos operacionales de las tropas, montar campañas políticas personales, llevar a grises asesores que llenan las oficinas del ministerio de “doctoritis”, etc.

      Pero ninguno de ellos, ha asumido la responsabilidad por los fracasos operacionales o los problemas internos de las tropas que trascienden fuera de las instituciones. Ahí, si ninguno dice ser el jefe lleno de honores, escoltas y boatos propios de “altos funcionarios oficiales”.  Por el contrario dejan el mensaje velado “Yo soy el bueno y no me equivoco… Los equivocados son los uniformados”

      Ha habido casos con algunos de ellos, desleales en grado sumo, tales como Pardo Rueda, Juan Manuel Santos, Rodrigo Rivera, Gabriel Silva Luján, o Juan Carlos Pinzón, que igual a otro similares, ni siquiera se ruborizan diciendo mentiras ante los medios, con cuentos chinos tales como que, dizque ellos arrinconaron a las Farc, que fueron los cerebros de las grandes operaciones y que “transformaron” las instituciones armadas. Y hay micrófonos y cámaras de otros iguales a ellos, que les dan publicidad.

       El primer error para que esto ocurra, es hacerles honores militares y darles parte militar, aunque los ministros de defensa no son comandantes de nada, ni tienen mando operacional. Pero el tropicalismo calenturiento de este hemisferio, varía las situaciones.

       Un país con complejidades sociales, políticas, económicas y con poco clara prospección geopolítica, necesita como ministros de defensa, a personas que tengan mentalidad de estadistas-estrategas, para lo cual como mínimo, debe haber estudiado ciencias políticas y ciencias militares, además de ser líder con carisma, no un politiquero con experiencia demagógica, ni tampoco profesionales en otras disciplinas, pues son perfiles diferentes y excluyentes.

      En resumen, el reto para el gobierno Duque es escoger a alguien que mínimamente entienda de estrategia y de geopolítica, con necesario carisma para que no se convierta en una figura caída en paracaídas a un mundo que no es el suyo, pero en el que de manera equivocada se le rinden honores y se le da una trascendencia sobre las tropas. Honores, que ni merece esa persona, ni corresponden a su perfil profesional.

       Los zapateros hacen zapatos. Por hablar en los medios del coronavirus, nadie se convierte en epidemiólogo. Por opinar acerca del conflicto armado, nadie se convierte en estratega militar o experto en seguridad. Por ser nombrado ministro de defensa un profesional ajeno a estas lides, no se vuelve estratega-estadista de la noche a la mañana.

      Por la pronta y desafortunada partida, de la cual reiteramos nuestras condolencias a sus seres queridos, el señor Holmes Trujillo se fue del mundo de los mortales y salió del cargo que de todas maneras, iba a dejar vacante por su aspiración política inmediata. Esa realidad estaba advirtiendo al presidente Duque, que es necesario revisar y escoger al nuevo ministro de Defensa con base en la responsabilidad de colombiano insigne que le compete como mandatario que toma la decisión del nombramiento del reemplazo del ministro, para que no vaya a actuar como pagador de favores o compromisos politiqueros.

       Para proyectar un país con prospección geopolítica en el hemisferio, se requieren verdaderos estrategas-estadistas en la cartera de Defensa. No más nombramientos por amiguismos, como ha venido sucediendo en los últimos 30 años. “La patria por encima de los partidos” diría Benjamín Herrera.

 

       Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

       Autor de 38 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional

       www.luisvillamarin.com

 

 

 

 

Reciba gratis noticias, articulos y entrevistas

* indicates required

Maintained and Created by: { lv10 }

LuisVillamarin.com, 2015©