Reunión de Duque con el Papa indica que continuarán conversaciones eternas con el Eln

Publicado: 2018-09-08   Clicks: 2893

     Análisis del conflicto colombiano

     Que la jerarquía de la iglesia católica se ha metido hasta los tuétanos en decisiones políticas de muchos países, no es un secreto. Desde siempre, esta conducta es parte de la política exterior del Vaticano y también de la habilidad de muchos sacerdotes, para ingeniar hasta concordatos y otras figuras favorables a su estructura orgánica, que podrían ser acciones cubiertas con el supuesto manto de la fe religiosa. Pero también es cierto, que a lo largo de la accidentada historia política de violencias en Colombia, importantes sectores de la iglesia católica no han sido mediadores sino parte de los conflictos. Y esta vez tampoco es la excepción.

     Cover el eln por dentroDesde la aparición del "obispo rojo" Elder Cámara en Brasil, se desplegó sobre el continente una marejada de curas marxistas, que en el caso particular de Colombia casi todos se vincularon al Eln. Pero como se trata de una actividad subrepticia, hoy subsisten algunos de ellos, en condición de jefes y organizadores de la parte del Plan Vuelo de Águila del Eln denominada comunidades eclesiales de base y bases revolucionarias de masas guiadas por teología de la liberación, doctrina ideológica que pretende estructurar un modelo social de vida política regida por el cristianismo marxista, dirigido por "hombres nuevos y revolucionarios sociales transformadores".

    El más visible fue Camilo Torres, pero su semilla y su experiencia quedaron muy evidentes, situación que obligó a sus sucesores curas revolucionarios, con contadas excepciones como la del jesuita Bernardo López Arroyave, a trabajar en la “construcción del socialismo cristiano” desde la clandestinidad y la compartimentación.

    Ha sido tan eficiente esta labor para el proceso organizativo de lo que el Eln denomina la “guerra popular”, que algunos terroristas con sotana incrustados en la iglesia católica, han pasado desapercibidos, pero se han movido con tal habilidad, que  también tienen redes de contactos en Europa, donde les lavan dinero en Suiza, y les hacen enlaces de alto nivel hasta en el mismísimo Vaticano.

     cover condor en el aireToda esta realidad no es para rasgarse las vestiduras, sino mas bien algo útil para dimensionar, porque el Eln subsiste y porque su estratagema de conversaciones con siete diferentes gobiernos ha estado llena de artilugios, inclusive la asombrosa resurrección de las estructuras terroristas elenas, después de que el Ejército colombiano casi los aniquiló en Anorí, en 1973 cuando de remate Fabio Vásquez Castaño hizo una tenebrosa purga en la Quebrada Anacoreto, pero para satisfacción de los terroristas,  el entonces presidente Alfonso Lopez Michelsen les tiró un salvavidas.

     Quien dirigió esa etapa de la resurrección del Eln fue un sacerdote español llamado Manuel Pérez Martínez más conocido como el cura Pérez, cuya concubina era un monja española identificada como alias Pilar. por la misma época en el Magdalena Medio una normal de señoritas se convirtió en la escuela de formación de “educadoras revolucionarias del Eln”, al mismo tiempo que varios sacerdotes, diáconos y líderes católicos indoctrinados en diferentes lugares del país, se dedicaron a “tirar línea elena eclesial de base” y formalizar “hombres nuevos del cristianismo marxista”.

    Al punto que quien escuche con detenimiento cuando hablan ante los medios de comunicación, jefes terroristas como Francisco Galán,  Felipe Torres, Pablo Beltrán, Pablito, y hasta el mismísimo Gabino,  queda con la sensación que está escuchando a sacerdotes bonachones encariñados de un pueblo al que quieren “liberar” de las atrocidades del capitalismo y el militarismo. Su léxico y fenotipos son muy similares.

     Desafortunadamente, mientras que con las Farc, grupo crimninal del que la dirigencia política colombiana de sucesivos gobiernos, nunca ha identificado ni el Plan Estratégico ni la ligazón umbilical con el Partido Comunista Colombiano, lo mismo ha sucedido con el Eln, cuya estrategia incluye cooptar sindicatos de los sectores minero, industrial, cafetero del magisterio, “educados dentro de la línea cristiana marxista” y el terrorismo comunista contra el pueblo colombiano, actividad delictiva que  enmascaran con el nombre de "lucha popular".

     Lo anterior indica que para lograr el desarme, desmovilización y sometimiento a la justicia del Eln, como lo desea el presidente Duque, el primer paso lógico para llegar a esas situaciones, sería suspender toda mediación de la iglesia católica. No porque todos los sacerdotes católicos colombianos sean del Eln, pues no lo son; sino porque dentro de los promotores del “diálogo y la búsqueda negociada con solución política al conflicto” que representan a la iglesia, están camuflados, algunos miembros clandestinos del Eln.

    Son los mismos que tienen la línea de contacto con sectores del Vaticano que hablan al oído al Papa Francisco y le coordinaron que cuando viniera a Colombia a ayudar al show pacifista de Santos con las Farc, se legitimara el “cese bilateral” con el Eln.

     ¿Por qué lo hizo el Papa Francisco? sería la pregunta clave por resolver. Las respuestas podrían ser dos: Primero para lavar la cada día más desprestigiada imagen de la iglesia debido a los aberrantes casos de sacerdotes pedófilos, lo cual serviría de cortina de humo. Y segundo, por la presión calculada de los “asesores papales” en el Vaticano, que a la vez militan, cohonestan o comparten la idea de la revolución marxista cristiana con el argumento de Jesús Cristo verbo y no sustantivo.

     Sin embargo, el presidente Duque quien advirtió que daría un plazo de 30 días al Eln para entregar secuestrados, etc, ya cayó en el primer incumplimiento de palabra, pues pasaron los 30 días y no sucedió nada, además de que cometió el error de permitir que la iglesia católica que desafortunadamente estaría infiltrada por amigos del Eln, siga sirviendo de mediadora con los terroristas elenos. Igual error al que cometió Santos cuando permitió que los mamertos del Partido Comunista Clandestino de las Farc, fueran quienes mediaban con las Farc. Ahí están los resultados: “disidencias que no lo son” y las Farc en franca reorganización en todo el territorio nacional.

     Con actitud y voz de bonachón cura de pueblo, el terrorista Pablo Beltrán aparece en los medios de comunicación, anunciando que continuara el show para liberar secuestrados, similar al que montaban los “Colombianos por la paz” en favor de las Farc; que desde la óptica del Coce la lucha del Eln es justa asesinando, secuestrando y volando oleoductos, etc.

    Pablo Beltrán actúa así, porque sabe que mediante esa calculada arrogancia y autosuficiencia de la cúpula del Eln, poco a poco Duque con su impreparado equipo de negociadores de paz podrían entrar en la maraña de conversar, conversar, conversar y ceder, ceder, ceder ante lo que impongan los terroristas. Es una artificiosa y bien calculada estratagema de desgaste del adversario que ya las ha rendido frutos en otras negociaciones.

     Entonces, ahí aparecen más circunstancias agravantes. Seguir conversando en Cuba es hacer analogía de lo que enseñan la táctica o la estrategia para operaciones militares, para la diplomacia, para los negocios, etc: Jamás se puede combatir en el terreno donde el adversario es fuerte o está mejor posicionado porque de seguro esa batalla será perdida.

     De remate, parece ser que ni Duque, ni el alto mando militar -estructura funcional de seguridad nacional en la que  todavía escurre mermelada santista y talvez miopía estratégica de la proyección del país-, coordinan, o lo que es peor, desconocen estas realidades. Al parafrasear a Sun Tzu, reptiendo que se perderán todas las batallas cuando no se conozca ni al enemigo ni la misión propia, esta deducción lógica podría coadyuvar al Eln y a las Farc.

     Y podría coadyuvar a ambos grupos terroristas, porque parece que ni el alto gobierno, ni el ministro de Defensa, ni el alto mando militar, ni la academia, ni los especialistas en el conflicto que pululan con sabias opiniones en los medios de comunicación, se han dado cuenta que el Eln y las Farc están desarrollando un “plan de paz” coordinado para seguir en el proceso revolucionario hacia la toma del poder, por medio de la combinación de todas las formas de lucha.

      Es su credo y así no tengan la capacidad para hacerlo, seguirán en primer plano, como una agresión sustancial e incómoda que impide el desarrollo integral del Hinterland y el Heartland del país. El terrorismo, la violencia minoritaria y la inmersión en el narcotráfico les dan réditos publicitarios.

     Para rematar los desaciertos, la ya cacareada reunión de Duque con el papa Francisco, servirá más a los intereses del Eln que a la buena intención de pacificar el país por parte del presidente colombiano. Es obvio: Francisco necesita presentar a una iglesia comprometida con la paz y la equidad y ser mediador para solucionar conflictos armados, con el calculado propósito de distraer la atención de los cuestionamientos globales por la podredumbre de los pedófilos, que no son casos aislados sino una práctica recurrente cohonestada por muchos obispos en diversos lugares del mundo.

      Quizás Duque piense que con este encuentro demostrará buenas relaciones internacionales de la cancillería y voluntad de paz de su gobierno, pero por su parte, los cabecillas del Eln, la dictadura cubana, las Farc, el régimen de Maduro en Venezuela, los sacerdotes clandestinos de las comunidades revolucionarias eclesiales de base, las Farc y los demás cómplices del terrorismo comunista contra Colombia habrán conseguido otra victoria estratégica.

      No basta con el combate militar contra las estructuras armadas, como lo anuncia a voz de cuello el novato ministro de Defensa, ni la actitud de "rambo  criollo" del general Mejía diciendo que la situación está controlada, mientras un periodista sin ningún aditamento de seguridad entrevista al citado general, quien en contraste posa ante las cámaras protegido con casco de guerra blindado, chaleco antibalas y un séquito de soldados rodeándolo. Tropicalismo en su más pura extensión.

     Entretanto, el Eln y sus dirigentes políticos, ideológicos, organizativos y estratégicos, que si saben lo que quieren, se saldrán con la suya. Algo similar ha sucedido en cientos de guerras a la lo largo de la historia de la humanidad, por no conocer la esencia de la guerra que se combate, sus métodos, sus objetivos y su etiología.

     Por lo tanto y en síntesis, la reunión de Duque con el papa Francisco, indica que continuarán conversaciones eternas con el Eln.

     Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     Especialista en Defensa nacional, Estrategia y Geopolítica

      www.luisvillamarin.com

       El coronel Villamarín es autor de 35 libros y más de 1500 artículos relacionados con los temas de su especialidad. Presidente Fundador del Centro de Geopolítica Colombia y miembro de varias academias de historia en Colombia.

 

 

 

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